El ministro británico de Economía, Philip Hammond, apostó hoy por abrir una "era dorada" en las relaciones comerciales con China tras reunirse en Londres con el viceprimer ministro del país asiático, Ma Kai.
Ambos acordaron medidas para avanzar en la cooperación bilateral en materia de tecnología financiera, estrechar los vínculos entre la Bolsa de Londres y la de Shanghái y aumentar gradualmente los límites a la propiedad extranjera en valores chinos para dar a las firmas británicas mayor libertad para operar en el país.
Durante el encuentro se anunció asimismo la apertura en Londres de oficinas de diversas compañías chinas, entre ellas la aseguradora China Life y el Sistema de Comercio de Divisas de China (CFETS) -dependiente del banco central chino-.
El conglomerado estatal chino CITIC Construction invertirá 200 millones de libras (228 millones de euros) en la primera fase del proyecto Royal Albert Docks, la reforma de una zona portuaria al este de Londres.
El Reino Unido, por su parte, dedicará 40 millones de libras (46 millones de euros) al Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB), liderado por Pekín.
"Nuestra colaboración estratégica y los anuncios que he descrito son la prueba de la continuada solidez de esta relación", afirmó Hammond, que subrayó que, en un momento en el que el Reino Unido está en proceso de abandonar la Unión Europea (UE), la relación con China es "más importante que nunca".
El viceprimer ministro chino coincidió en que "este año marca el inicio de una época dorada en las relaciones entre China y el Reino Unido".
"Nuestra cooperación económica se encuentra en un nuevo punto de partida histórico. Está llena de oportunidades, hay mucho por hacer", agregó.
Cuestionado por los periodistas, Hammond admitió que el acero chino de bajo coste que ha golpeado a la industria británica continúa siendo un problema.
"Hemos hablado sobre los retos de la industria del acero. Lo he discutido en múltiples ocasiones con interlocutores chinos. No solo en este puesto (ministro de Economía), sino también en mi anterior cargo de ministro de Exteriores", argumentó Hammond.
"Hay, por supuesto, un exceso de oferta global el acero. China ha hecho reducciones significativas, de hecho, en su producción total de acero, pero todavía hay un problema", afirmó.
Con información de EFE