Incluso antes de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reuniera con su homólogo ruso, Vladimir Putin, las expectativas eran bajas.
El Político
Más allá de algunos compromisos básicos sobre el reintegro de diplomáticos y el acuerdo de abrir un diálogo «constructivo» con Estados Unidos sobre temas como la seguridad cibernética y la política exterior, Putin no dio indicios de que la primera reunión cara a cara de los dos líderes el miércoles hubiera obligado a cambiar de actitud.
Al parecer, ninguna cantidad de palabras amistosas impedirá que el líder ruso continúe persiguiendo enérgicamente su agenda política tanto en Rusia como en el extranjero con casi total impunidad, reportó CNN.
Putin intenta desviar las críticas a Rusia
A pesar de decir en la primera parte de su conferencia de prensa que no creía que hubiera «ningún tipo de hostilidad» entre él y Biden, Putin se lanzó a una diatriba familiar de «whataboutism» (es decir, la forma argumental que se basa en responder a las críticas con «y qué de esto otro…») anti-estadounidense para desviar las críticas a la Federación Rusa.
Cuando se le preguntó sobre los ataques cibernéticos a instituciones estadounidenses provenientes de suelo ruso, Putin mencionó los ataques cibernéticos contra Rusia.
«En lo que a ciberseguridad se refiere, acordamos que iniciaríamos las consultas sobre ese tema y creo que es extraordinariamente importante. Obviamente, ambas partes tienen que asumir ciertas obligaciones allí», dijo también.
Criticas a EEUU
Cuando se le preguntó sobre la política interna rusa, Putin criticó repetidamente la estabilidad y la posición moral de Estados Unidos, señalando los disturbios del 6 de enero en el Capitolio y el asesinato de George Floyd. Para muchos negros en Estados Unidos «no tienes tiempo para abrir la boca y te matan a tiros», dijo.
Cuando se le preguntó sobre la represión de Rusia contra la oposición política interna, en particular el arresto de Alexey Navalny, el presidente ruso incluso sugirió que el conocido disidente en realidad quería ser arrestado.
«Este hombre sabía que estaba infringiendo la ley de Rusia. Ha sido condenado dos veces… Quería conscientemente infringir la ley. Hizo exactamente lo que quería hacer. Entonces, ¿qué tipo de discusión podemos tener (sobre él)?»
Lo que Putin se llevó
La óptica de la cumbre estuvo casi adaptada a las necesidades internas de Putin. Las reuniones fueron solicitadas por EE.UU., lo que, en lo que respecta al Kremlin, confirma que Putin es un líder de estatura similar al presidente estadounidense.
«Esto es exactamente lo que quiere el Kremlin. Hablar con Estados Unidos de igual a igual y de tal manera que la otra parte no exija un cambio de posición como condición para el diálogo», dice Oleg Ignatov, analista senior de Rusia de Crisis Group con sede en Moscú.
«No hay duda de que Putin continuará poniendo a prueba a Biden si el diálogo se estanca o se desarrolla en una dirección que sea desventajosa para Moscú. Este no es todavía el comienzo de la normalización de las relaciones. Es una pausa en su mayor deterioro», añade.