Cuando faltan 78 días para las elecciones en Estados Unidos, el mapa electoral se presenta tan amedrentador para Donald Trump como benigno para Hillary Clinton. La candidata presidencial demócrata encara los últimos dos meses de la campaña electoral con ventaja en suficientes estados como para asegurarle al menos un empate en el Colegio Electoral, lo cual significa que le bastaría ganar uno solo de varios estados ahora empatados para llegar a la Casa Blanca.
Para ganar, el republicano debe barrer con todos los estados empatados y arrebatar al menos uno de los que por ahora se inclinan por la candidata demócrata. Tal es la conclusión del análisis del mapa por The Associated Press.
El análisis toma en cuenta las encuestas de preferencias, la historia electoral reciente, las tendencias demográficas y aspectos de la campaña tales como publicidad, viajes y gente en el terreno.
Para obtener los 270 votos electorales necesarios para ganar la Casa Blanca, a Clinton le basta defender los estados tradicionalmente demócratas y aquellos en los que lleva grandes ventajas en las encuestas y agregar uno solo de los estados que The Associated Press considera empatados.
Estos incluyen Florida, Iowa, New Hampshire, Nevada, Carolina del Norte y Ohio. Ese mapa puede ser apenas una estimación conservadora de la ventaja de Clinton sobre Trump.
En varios de los estados que la AP considera empatados, como New Hampshire, Carolina del Norte y Florida, las encuestas recientes indican una situación favorable a Clinton, aunque en esas jurisdicciones hay pocas encuestas o le dan a la demócrata una ventaja relativamente pequeña.
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En otros estados, la ventaja de Clinton parece mucho más grande. En Pensilvania, ganado por el candidato demócrata en todas las elecciones desde 1992, las encuestas de julio y agosto dan a la ex secretaria de Estado una ventaja de doble dígito.
Ese estado ilustra la magnitud del problema de Trump: se lo considera el eje de su estrategia para ganar el voto de la clase obrera blanca en los estados industriales.
En Virginia, antes un estado firmemente republicano pero que se inclinó dos veces por Barack Obama, varias encuestas de agosto dan ventaja a Clinton, incluso de dobles dígitos.
Colorado tampoco muestra señales de virar después de votar dos veces por Obama. Trump lleva enormes retrasos en las encuestas desde mediados de julio. Las de este mes en Wisconsin y Michigan también lo muestran en fuerte desventaja.
Trump incluso debe defender baluartes republicanos tradicionales como Georgia, donde una encuesta reciente del diario Atlanta Journal-Constitution indica que podría inclinarse por Clinton.
Con información de El Comercio