A poco más de 24 horas la tensión en el ámbito político y económico estadounidense crece. Mañana miércoles 31, el Congreso votará para decidir si se amplía o no el techo de la deuda pública de la nación norteamericana, algo que, pase lo que pase, va a influir en la economía mundial. McCarthy,
Mario A. Beroes Ríos/El Político
Kevin Mc Carthy, (R-California), y quien ha llevado las negociaciones por el partido Republicano ante el presidente Joe Biden, pone en juego su prestigio y liderazgo en la Cámara para conseguir los votos que aprobarían la extensión por dos años del techo de la deuda pública, y la reorganización de algunos gastos federales.
La votación está prevista para después de las 5:00 pm, hora de la costa este, después del cierre de los mercados financieros. Por su parte el Senado está convocado para votar el viernes o el fin de semana, aunque hay incertidumbre sobre cómo irán las cosas en la Cámara.
La incertidumbre se impone ante la importancia
El Congreso enfrenta un grave problema ya que se proyecta un incumplimiento de pago de los EEUU para el lunes 5.
El debate sobre la deuda ha consumido a Washington durante cinco meses, y las preguntas no son solamente sobre la acción del Congreso, sino también sobre lo que las dos partes podrían lograr al final.
Hoy se efectuará una audiencia que es clave por parte del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes para considerar la medida de un compromiso del acuerdo. Este comité lo conforman 9 miembros.
¿A cuánto ascienden los estimados de recortes de gastos que los republicanos usaron como punto de discusión para lograr el principio de acuerdo?
Los republicanos había pedido inicialmente 10 años de límites de gastos, pero el compromiso incluye solo dos años de límites, y luego cambia a objetivos de gastos que no están sujetos a la ley, esencialmente descritos como sugerencias.
Lo que se sabe en números
El uso de estimaciones de la Casa Blanca de los niveles reales de financiamiento en el acuerdo, no solo los niveles en el texto legislativo, sugieren que se reduciría el gasto federal en aproximadamente $ 55 mil millones el próximo año, en comparación con los pronósticos no partidistas de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), y en otros $ 81 mil millones en 2025.
Si el gasto luego volviera a la senda de crecimiento pronosticada por CBO, el ahorro total durante una década sería de alrededor de $860 mil millones.
Cuando se le pidió una estimación sobre la reducción del déficit neto del acuerdo, un funcionario de la Casa Blanca dijo que es "probable" que los ahorros discrecionales estén cerca de $ 1 billón, pero esperarían la estimación oficial de la CBO, que se dará a conocer a finales de esta semana.
La casi congelación que parece estar a la vista incluye "victorias" y concesiones en ambos lados. Al final, lo logrado por Biden y McCarthy se acerca más al tipo de acuerdo de gasto federal anticipado durante un gobierno dividido.
Mc Carthy defiende su labor ante sus compañeros de bancada
Kevin McCarthy calificó el pacto que defendió con el presidente Biden como “transformador", pero no ha conseguido el apoyo total de muchos republicanos, que han expresado su opinión en las redes sociales, inclusive de manera soez y despectiva.
El ala progresista ha mostrado su disgusto porque muchas empresas y los estadounidenses con mayor poder adquisitivo no pagarán más impuestos, mientras que los estadounidenses de bajos ingresos enfrentarán requisitos laborales adicionales para calificar para alguna ayuda federal.
La medida “pondría en riesgo la asistencia alimentaria para adultos mayores de muy bajos ingresos… [que] va en contra de los valores de nuestra nación y debe ser rechazada”, escribió en un comunicado el Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas.
El acuerdo de dos años mantendría el gasto estable para 2024 al tiempo que aumentaría el gasto para defensa y veteranos de guerra, limitando los aumentos al 1% para el año posterior a la elección presidencial; el 2025.
Esto garantiza que el Departamento del Tesoro puede continuar tomando prestado para pagar las facturas. El paquete también hará ajustes a las políticas, incluso agregando requisitos de trabajo para algunos beneficiarios de ayuda alimentaria y simplificando una ley ambiental que, según los republicanos, ha dificultado la construcción de proyectos de energía.
Conclusión y un Trump belicoso
Joe Biden está presionando a los legisladores demócratas para que respalden el proyecto de ley. Funcionarios de la Casa Blanca y miembros del gabinete han hablado con docenas de demócratas de la Cámara de Representantes y se están haciendo llamados similares a los demócratas del Senado.
El expresidente Trump , con quien McCarthy habló por teléfono varias veces durante las discusiones con Biden, y quien a lo largo de los años ha tenido dudas sobre la necesidad o factibilidad de endeudamiento de la nación, ha expresado que "los republicanos deben dejar de pagar, a menos que los demócratas acuerden recortes de gastos masivos."
"Los republicanos no deberían hacer un trato sobre el techo de la deuda a menos que obtengan todo lo que quieren", escribió Trump en Truth Social. Este tipo de posición podría afectar la estrategia de McCarthy.