El líder de Podemos, Pablo Iglesias, quiere que el partido reparta su acción política en las instituciones y en la calle. Iglesias desgrana su estrategia en la ponencia política para el próximo congreso del partido, que lleva el nombre de Plan 2020. Ganar al Partido Popular y gobernar España, bajo una premisa fundamental: Podemos no puede normalizarse. "Nuestros representantes en las instituciones no pueden convertirse en políticos", escribe Iglesias. "Si nos subordinamos a la lógica institucional, nos disolveremos", incide. Es por eso que el secretario general no quiere diputados al uso, sino "activistas institucionales", cuyo papel "no puede limitarse al trabajo en los diferentes parlamentos". "Debemos estar en todos y cada uno de los conflictos sociales y escuchar a los movimientos", exige Iglesias, que prioriza por tanto la protesta en la calle y le da el mismo relieve que al trabajo institucional.
La relativa importancia que Iglesias otorga al trabajo institucional es una de sus diferencias fundamentales con su número dos, Íñigo Errejón. El secretario general de Podemos considera que los verdaderos cambios se consiguen por el empuje de la sociedad frente al trabajo de los representantes políticos. "Las élites siempre quieren parlamentarizar los conflictos como una manera de desactivarlos, mientras que si el pueblo está, habla, debate y participa, se consiguen los cambios", argumenta. "Sociedad civil y Parlamento son dos caras de la misma moneda", entiende Iglesias, y por eso llama reiteradamente a no reducir su acción política a "las viejas fórmulas". "Debemos seguir construyendo el bloque histórico, social y popular (…) que hace política al mismo tiempo en las instituciones y en los espacios públicos no institucionales".
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El líder pide también un Podemos sin familias. "Las diferencias de opinión, la diversidad y la pluralidad son necesarias y enriquecedoras en una organización democrática, pero que la unidad de Podemos diera paso a una coalición de familias o de partidos dentro del partido sería algo que comprometería nuestra capacidad para cumplir con nuestras tareas", destaca. Iglesias rechaza los "modelos organizativos basados en baronías y familias como el del PSOE, o en un peso económico como el del PP, no tienen nada que ver con la democracia interna y han revelado ya sus escasas virtudes". De alguna forma, el líder pretende que su número dos deje de representar un contrapeso tan importante sobre su figura.
Iglesias apuesta además por un Podemos abierto a formar parte de "algo más amplio", en referencia a las alianzas que ha suscrito con Izquierda Unida y las confluencias territoriales. Su redacción deja abierta la puerta incluso a superar el partido y a futuras fusiones orgánicas, algo a lo que se niega rotundamente Errejón. "En el siglo XXI la forma partido clásica está prácticamente agotada. Es casi imposible que un partido político pueda representar lo que piensa una persona (mucho menos una sociedad); por eso los partidos deben experimentar una mayor flexibilidad —como hizo el 15M— y empezar a entenderse como partes de algo más amplio. Podemos, que nace del agotamiento del bipartidismo y de sus apoyos, tiene que seguir construyendo con otros actores el espacio político del cambio en un país", dice la ponencia del líder.
Con información de El País