En Nigeria se vivieron momentos de emoción por la liberación de las 279 niñas secuestradas en la localidad de Jangebe el 26 de febrero pasado. Hubo cifras encontradas entre las 317 que en principio se informaron y las 279 que fueron liberadas este martes. Sin embargo, de manera oficial se concluyó que ninguna quedó en manos de los captores.
El Político
El grupo de adolescentes de entre 12 y 16 años fueron transportadas en minibuses a Gusau, capital de Zamfara. Fueron agrupadas en un auditorio y les autoridades les entregaron ropa limpia y un hiyab a cada una de color celeste. Ante los representantes de los medios de comunicación se pusieron de pie y entonaron el himno nacional nigeriano.
Conforme a las versiones de la agencia de noticias AFP y el portal digital de RFI (Radio Francia), las niñas relataron que los secuestradores las obligaron caminar durante horas.
Una de ellas, Hafsat Umar Anka, relató: "A algunas les dolían tanto las piernas que tuvimos que llevarlas. Nos golpeaban con sus armas y nos amenazaban con dispararnos si parábamos.". Agregó que las condiciones en las fueron retenidas fueron atroces. Y que las amenazaron con asesinarlas si intentaban escapar.
Pobreza extrema y violencia criminal en el norte de Nigeria
El presidente Muhammadu Buhari expresó su "inmensa alegría". Dijo. "Me uno a las familias y al pueblo de Zamfara para recibir y celebrar el retorno de estas alumnas traumatizadas". Prometió poner fin al conflicto que se vive en el norte del país donde los conflictos sociales crecen día a día. Enseguida instruyó un “desplazamiento masivo” de tropas en la región norteña. Además prohibió la realización de actividades mineras. Y ordenó sobrevolar el estado de Zamfara con el propósito de mostrar contundencia y presencia militar.
I join the affected families and the people of Zamfara State in welcoming and celebrating the release of the abducted students of GGSS Jangebe. This news bring overwhelming joy. I am pleased that their ordeal has come to a happy end without any incident.
— Muhammadu Buhari (@MBuhari) March 2, 2021
Agregó: "Estamos trabajando duro para poner fin a estos incidentes de secuestro sombríos y desgarradores. Los militares y la policía seguirán persiguiendo a los secuestradores. Necesitan el apoyo de las comunidades locales en términos de inteligencia humana que pueda ayudar a cortar de raíz los planes criminales".
We are working hard to bring an end to these grim and heartbreaking incidents of kidnapping. The Military and the Police will continue to go after kidnappers. They need the support of local communities in terms of human intelligence that can help nip criminal plans in the bud.
— Muhammadu Buhari (@MBuhari) March 2, 2021
El rapto de las colegialas de Zamfara es el cuarto ataque contra centros educativos registrados en el transcurso de los últimos tres meses en el noroeste nigeriano. Allí, desde hace diez años, los grupos criminales denominados "bandidos" operan a sus anchas para robar ganado y secuestrar a personas.
Estas bandas organizadas captan el interés de jóvenes desempleados en la región, donde más del 80% de la población viven en condiciones de pobreza extrema. Según el más reciente informe de International Crisis Group (ICG) publicado en mayo de 2020, desde 2011 la violencia criminal ocasionó la muerte de más de 8 mil personas. Y el desplazamiento también de más de 200 mil nigerianos.
Autoridades desmienten pago de rescate
Las autoridades locales manifestaron que en esta oportunidad criminales "arrepentidos" sirvieron de intermediarios en las negociaciones para liberar a las menores. Y como de costumbre desmintieron la especie según la cual se obligaron a pagar un rescate. Los expertos en seguridad no creen en estas versiones. Y advierten que este tipo de negociación insuflan la práctica de los secuestros.
De acuerdo con la versión del diario digital El País de España, el gobernador del estado de Zamfara, Bello Matawalle, aseguró no haber pagado un rescate. Pero reconoció haber negociado con los secuestradores y ofrecerles amnistía si entregaban las armas.
Este nuevo atentado criminal masivo reavivó el recuerdo del rapto de Chibok en 2014. Entonces el grupo yihadista Boko Haram secuestró a 276 estudiantes, hecho que suscitó la indignación mundial. Más de un centenar de las chicas permanecen desparecidas y ciencia cierta no se tiene conocimiento de cuántas sobrevivieron.