La legislación recién aprobada por el gobernador Ron DeSantis limita la compra de terrenos y propiedades en Florida situada a menos de 32 kilómetros (20 millas) de una instalación militar o infraestructura crítica por parte de ciudadanos de China, Cuba, Rusia, Venezuela, Irán, Corea del Norte y Siria.
El Político
En respuesta, expertos en bienes raíces, académicos, abogados y líderes de organizaciones sin fines de lucro alertaron sobre los costos para el mercado inmobiliario y la economía local.
Para algunos analistas se trata de una legislación preocupante que podría alimentar la discriminación racial de los inmigrantes chinos en el estado, reportó Vox.
El proyecto de ley, que prohíbe a muchos ciudadanos chinos comprar propiedades en Florida, es el último de un esfuerzo estatal y federal de los legisladores republicanos para enfatizar que son "duros con China", ya que las tensiones geopolíticas y económicas han aumentado entre los dos países.
“Me parece muy preocupante”, declaró Danny Hertzberg, asociado de ventas de The Jills Zeder Group, empresa afiliada a Coldwell Banker, consultado por El Nuevo Herald.
Agregó que “aunque a corto plazo se trata de un mercado impulsado por el mercado nacional, a largo plazo podría ser problemático y tener un impacto significativo”.
Ron Yanks, gerente regional en Broward de Keyes Company, compartió al diario que, ante la inminente aprobación por parte del gobernador DeSantis, los agentes de su empresa recibieron varias llamadas de inversionistas chinos que se preguntan si deberían continuar con su búsqueda de propiedades o incluso poner a la venta las que ya hayan adquirido.
Our food security is national security.
We do not want the CCP involved in any of our food production. pic.twitter.com/j19x05R2EE
— Ron DeSantis (@GovRonDeSantis) May 8, 2023
¿Por qué es importante?
Los activistas, sin embargo, temen que codifique y envalentone la discriminación racial en el estado, dificultando la compra de viviendas a los inmigrantes chinos y a los estadounidenses de origen asiático.
Según DeSantis, la política de Florida pretende en teoría combatir la influencia del Partido Comunista Chino en los asuntos estadounidenses.
Sin embargo, su amplio alcance y su enfoque en los chinos que no tienen vínculos con el gobierno ha alimentado las preocupaciones sobre quién se verá realmente afectado por ella.
"La realidad será que cualquier vendedor, cuando vea un nombre chino… pensará: ‘Demasiados problemas’, y se negará a vender", dice Echo King, un abogado chino-americano con sede en Orlando, Florida, que ha ayudado a organizar la oposición a la legislación como parte de la Florida Asian American Justice Alliance. "En mi comunidad, mucha gente tiene miedo".
Al aprobar el proyecto de ley la noche del lunes, DeSantis declaró que “Florida toma medidas para oponerse a la mayor amenaza geopolítica de EEUU: el Partido Comunista Chino”.
Agregó que “estoy orgulloso de firmar esta legislación para detener la compra de nuestras tierras agrícolas y tierras cerca de nuestras bases militares e infraestructura crítica por parte de agentes chinos”, complementó el gobernador, según un comunicado en su sitio oficial.
Governor DeSantis Signs Legislation to Combat the Influence of the Chinese Communist Party https://t.co/Tq1anZPOnC
— Ron DeSantis (@GovRonDeSantis) May 8, 2023
Panorama general
La política permite a algunos ciudadanos chinos -aquellos con visados no turísticos- comprar terrenos, aunque no se les permite comprar más de dos acres, y sólo pueden hacerlo a una distancia mínima de cinco millas de emplazamientos militares.
Esta disposición sigue siendo extremadamente restrictiva, dado el número de lugares en Florida que podrían clasificarse como emplazamientos militares, señalan los activistas.
Otra disposición del proyecto de ley prohíbe a los ciudadanos de Rusia, Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela y Siria comprar tierras de labranza que estén a menos de 16 kilómetros de determinados emplazamientos. Entrará en vigor el 1 de julio.
La legislación subraya cómo las políticas amplias y xenófobas pueden ser el resultado de la retórica antichina que ha crecido en los últimos años.
Hay muchas cosas de las que Estados Unidos debería responsabilizar al gobierno chino, incluidas terribles violaciones de los derechos humanos como el internamiento masivo de la población uigur.
Pero el enfoque que suelen utilizar los legisladores en cuestiones como la competencia económica crea una mentalidad de "nosotros contra ellos" que, históricamente, ha fomentado la discriminación y la elaboración de perfiles raciales de los estadounidenses de origen asiático.
Entre líneas
El proyecto conocido como SB 264 enumera siete “países extranjeros de preocupación”, pero la mayor atención se centra en China, nación a la que se dedica un apartado específico sobre cómo se aplican limitaciones a su gobierno y a las personas relacionadas con él.
De acuerdo al informe de The Hill, la legislación entrará en vigor el 1 de julio y prohibirá “a las entidades gubernamentales contratar con países extranjeros y entidades de interés y restringe las transmisiones de tierras agrícolas y otros intereses en bienes inmuebles a mandantes extranjeros”.
Actualmente, la mayoría de los compradores extranjeros de las propiedades en el sur de Florida provienen de América Latina, con Argentina como el principal contribuyente, seguido por Colombia, Perú, Chile, México, Venezuela y Brasil, según un informe de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Miami publicado en 2022.
DeSantis no es el único legislador que respalda las políticas antichinas. Los republicanos -y algunos demócratas, como el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer- han hecho de las propuestas para contrarrestar a China uno de sus principales objetivos, ya que han tratado de reforzar la capacidad de Estados Unidos para competir en la industria manufacturera y otros sectores.
Esto no quiere decir que todas estas propuestas adopten el mismo enfoque ampliamente discriminatorio que la ley de Florida, sino que existe un interés bipartidista en frenar el poder económico y político del régimen chino.
We do not want the CCP in the Sunshine State. pic.twitter.com/UPM8eix7xw
— Ron DeSantis (@GovRonDeSantis) May 8, 2023
En conclusión
El auge del sentimiento y las políticas antichinas recuerda a casos pasados en los que las preocupaciones de política exterior se confundían con el trato nacional a los estadounidenses de origen asiático.
Durante la Segunda Guerra Mundial, 120.000 estadounidenses de origen japonés fueron enviados a campos de internamiento porque Estados Unidos estaba en guerra con Japón, por ejemplo.
"Es francamente lo que hemos visto a lo largo de la historia, que cuando hay cuestiones que implican a una nación extranjera, se produce una reacción violenta contra la comunidad asiático-americana en EEUU", declaró anteriormente a Vox John Yang, director ejecutivo de Asian Americans Advancing Justice.
Por su parte, la abogada Hongwei Shang defendió que la mayoría de los chinos de Florida no son miembros de la fuerza política señalada: “Son gente normal. En realidad, están siendo oprimidos por el Partido Comunista Chino”.
Además, aseguró al sitio Axios que los grupos asiático-americanos de Florida están preparados para demandar: “La 14va Enmienda de la Constitución de Estados Unidos prohíbe específicamente que un Estado discrimine a un grupo de personas por su raza u origen nacional”.