El pasado miércoles entró en vigor en Texas una ley que prohíbe la mayoría de los abortos después de unas seis semanas de gestación. Esta legislación fue aprobada pese al dictamen de la Corte Suprema de 1973; en el que se estableció el derecho constitucional a practicarse el aborto.
El Político
La reciente medida convierte a Texas en el estado más restrictivo del país en cuanto al acceso a los servicios de interrupción del embarazo. Otros estados han aprobado leyes similares, pero esas medidas se enfrentan a impugnaciones legales. La ley de Texas es la primera que se aplica, reseña el diario The New York Times.
Antes de la medianoche del miércoles la corte se negó a bloquear la ley en una votación de 5 a 4. Sin embargo, debido a la manera en que se escribió la ley, puede ser difícil de impugnar en los tribunales. Esto representa un cambio radical en la batalla por el derecho al aborto; asimismo, invita a que otras jurisdicciones también intenten limitar el acceso al procedimiento.
Alcance de la Ley de Texas en el aborto
La ley prohíbe los abortos una vez que se pueda detectar actividad cardiaca en el embrión. Esto suele ocurrir alrededor de la sexta semana de embarazo; es decir, en la etapa inicial de gestación, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas.
En el momento en que una mujer embarazada ya no presenta menstruación, ya tiene cuatro semanas de embarazo, como suelen definirlo los médicos. Entonces, según la ley de Texas, la mujer tendría unas dos semanas para darse cuenta de su estado, confirmar el embarazo con una prueba, tomar una decisión sobre cómo gestionar el embarazo y practicarse un aborto.
La ley no contempla excepciones en casos de violación o incesto. Sin embargo, permite el aborto por motivos de salud, pero las excepciones son muy limitadas; esto debido que solo permite terminar el embarazo si puede poner en peligro la vida de la madre o provocar un “deterioro considerable e irreversible de una función corporal importante”, señaló Elizabeth Nash, analista de políticas estatales del Instituto Guttmacher, al medio estadounidense.
Barreras para impugnar la Ley de Texas
El concepto de ley de Texas está destinado a dificultar su impugnación en los tribunales. Por lo general, una demanda para sancionar una ley de este tipo por considerarla inconstitucional designa a funcionarios estatales como demandados. En cambio, la ley de Texas faculta a los ciudadanos particulares a demandar a cualquiera que practique un aborto o que “ayude a realizarlo”. Los demandantes que no tienen ninguna relación con la paciente o la clínica pueden demandar y recuperar los honorarios legales, así como 10.000 dólares si ganan.
En consecuencia, la pregunta para la Corte Suprema no es si la ley es constitucional, sino si puede ser impugnada en los tribunales.
Otros estados —incluidos Georgia, Misisipi, Kentucky y Ohio— también aprobaron leyes del “latido del corazón”. Estas prohíben el aborto una vez que puede detectarse actividad cardiaca en una ecografía. Esas leyes también prohibirían el aborto cerca de las seis semanas de embarazo; 18 semanas antes de la norma legal establecida en el caso Roe v. Wade, que permite el aborto hasta las 24 semanas.
Las clínicas e instalaciones que practican abortos en Texas estiman que 85% de las pacientes que buscan interrumpir un embarazo tienen al menos seis semanas de gestación. Conforme a la nueva ley estatal, se les negaría la atención médica.