El próximo domingo los bolivianos decidirán si prolongarán la etapa de Evo Morales en el poder o si pasarán la página hacia un cambio político y económico en el país, tras casi catorce años de un Gobierno de izquierdas que ha marcado un tiempo en América Latina, según publicó DiarioLibre
El Político
Con la premisa de ser el único capaz de mantener la estabilidad política y económica de Bolivia, Evo Morales se presenta para un cuarto mandato. Se trata de una región cada vez más convulsa en la que una carta a su favor es uno de los crecimientos económicos más altos del continente.
La oposición, por su parte, insiste en que esta imagen es irreal y que el país requiere de un cambio.
Lo cierto es que Morales se convirtió en 2006 en el primer presidente indígena en Bolivia salido de las urnas, uno de los pocos en la historia de América.
Se trata del presidente con más tiempo en el poder de la historia en Bolivia. En las elecciones de este 20 de octubre, el candidato aspira a un cuarto mandato consecutivo hasta 2025.
Carlos Mesa, un intelectual que ya gobernó el país entre 2003 y 2005 en medio de una sociedad convulsa que le llevó a renunciar, es la única alternativa de la oposición
Para algunos, Mesa representa la vuelta a un pasado dirigido por las élites, pero para otros es la esperanza de la clase media que teme una perpetuación en el poder de Morales. Y Morales ha basado su discurso en la justicia social para acabar con históricas discriminaciones hacia indígenas, campesinos y los más desfavorecidos
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que el presidente boliviano es de los pocos supervivientes del llamado socialismo del siglo XXI que se extendió por parte de Suramérica desde la década de 2000.
Es importante considerar que una victoria de Mesa acercaría ideológicamente a Bolivia a Gobiernos como los de Sebastián Piñera en Chile, Mauricio Macri en Argentina, si revalida su puesto en los comicios del día 27 en su país, o Jair Bolsonaro en Brasil, mientras que lo alejaría de Venezuela.
También conllevaría a mejores relaciones con Estados Unidos, con quien Morales está enfrentado desde que gobierna, hasta el punto de expulsar a su embajador en La Paz en 2008.
Prosperidad económica
El presidente Evo Morales lleva años vanagloriándose de que Bolivia es uno de los países que más crece y de forma mantenida desde que gobierna, con incrementos que más de un año han superado el 4 %, avalados por entidades internacionales como el Banco Mundial.
Sin embargo, su modelo económico se basa en buena medida en los ingresos del Estado por la venta de gas a países vecinos. Esto genera dudas de si será indefinido y si se invierte efectivamente en mejorar el país.
Hay que destacar que la candidatura de Morales para un cuarto mandato hasta 2025 despierta en parte de los bolivianos los miedos de una ‘venezuelización’ del país.
Muchos temen que haya fraude electoral, que Morales se eternice en el poder y Bolivia acabe padeciendo la reciente violencia en Ecuador o una crisis social sin final a la vista como en Venezuela.
Con información de: DiarioLibre