Xenofobia, amenazas, desespero, frío y mafias de las autoridades es lo que vive Gabriel Rodríguez, venezolano que se encuentra retenido desde el pasado viernes 26 de enero en Rumichaca, frontera de Ecuador con Colombia, por no querer pagar una multa de casi 24.000 dólares por sobrepasar el lapso de tres meses permitido para su moto en el lugar.
Rodríguez, de 35 años de edad, emigró en moto en octubre de 2017 para huir de la crisis que atraviesa el país. Partió por la frontera que conecta a Venezuela con Brasil. En su recorrido pasó por Perú y Ecuador con intención de llegar a Colombia para establecerse, pero una información errada por parte de la Aduana de Ecuador ha impedido que el joven pueda continuar su recorrido.
El fotógrafo y productor contó para El Nacional Web que su moto se había dañado al llegar a Ecuador, por lo que debió permanecer más tiempo de lo estipulado en el país para poder conseguir los repuestos y repararla.
“Cuando fui a inmigración la funcionaria me dice que no hace falta renovar el sello del pasaporte porque eso se hacía automáticamente. Fui a la oficina de al lado que es de Aduanas y me indicaron exactamente lo mismo”, relató Rodríguez.
Confiado en lo que las autoridades habían informado, el joven partió rumbo a la frontera para continuar su viaje hacia Colombia.
“Cuando llegué a la frontera me paré al frente de la Aduana y un funcionario me retuvo la moto y el pasaporte. La solución que me dan es que pague 380 dólares por cada día de permanencia extra que tuvo la moto en el país a partir de los tres meses, que suman unos 24.000 dólares”, denunció.
Rex Tillerson viaja a América latina para consolidar un frente unido contra Maduro
https://t.co/0NkSPh6na7 pic.twitter.com/Usd5lNenbO— El Político (@elpoliticonews) January 31, 2018
La abogada encargada del caso le indicó a Rodríguez que se podría recuperar la motocicleta, debido a que las autoridades incurrieron en varias faltas, pero que el trámite se podría tardar hasta seis meses.
“La abogada dice que si se puede llegar a recuperar la moto por mala praxis por parte de la Aduana. Mala praxis que inicia desde que me retienen el pasaporte. Los libros de la abogada muestran todo el procedimiento que ellos debieron seguir para la retención de la moto y no hicieron ninguno”, alegó.
Aseguró que una mujer de nacionalidad colombiana está pasando por una situación similar a la de él. Las autoridades le quitaron la llave de su vehículo, lo retuvieron y le están exigiendo cierta cantidad de dinero para devolvérselo.
Desde que fue retenido en la frontera de Ecuador con Colombia, Rodríguez duerme en una carpa y aseguró estar gastando los pocos ahorros que tiene para poder comer, aunque mencionó que un ciudadano que conoció lo ayuda guardando el equipaje en su vivienda y le ofrece la posibilidad de conectarse a Internet para que se pueda comunicar con sus allegados.
“La cónsul de Venezuela, que es chavista, me dijo que fuera a Quito a buscar un permiso que dura 15 días para regresar a Venezuela. Yo no salgo de Ecuador hasta que me devuelvan mi pasaporte y mis pertenencias. Retener documentos personales es ilegal en todo el país”, expresó en un video de Instagram.
Arbitrariedades en la frontera
Gabriel Rodríguez se ha encargado de documentar todo lo que está viendo en Rumichaca y publica los videos en su cuenta de Instagram denunciando las arbitrariedades que se aprecian en la frontera ecuatoriana.
Debido a la gran cantidad de venezolanos que están llegando al lugar, bien sea para quedarse en el país o seguir hacia otro, las autoridades marcan a las personas en los brazos para que puedan sellar sus pasaportes.
Denunció que en el lugar existe xenofobia contra los venezolanos.
“El trato es diferente cuando pasa un estadounidense o cualquier persona de otro país”, dijo.
Comentó que un oficial contó que se había solicitado a la alcaldía unos toldos para que los venezolanos que llegan de noche puedan resguardarse y la institución lo negó.
Las colas para sellar el pasaporte pasan de 200 personas, quienes tardan de tres a cuatro horas para llegar a una de las seis taquillas que hay habilitadas en el lugar.
“Marcan a las personas en los brazos, no hay refugios, exigen la tarjeta andina, exigen fotocopias y después de las 8:00 pm no hay donde sacar dichas copias (…) la única ayuda que reciben es de las iglesias que se turnan para llevarles pan y café a quienes estamos allí”, exclamó.
Una publicación compartida de Gabriel Rodríguez (@la_drona) el
Una publicación compartida de Gabriel Rodríguez (@la_drona) el
Una publicación compartida de Gabriel Rodríguez (@la_drona) el
Vía El Nacional