De repartidor de periódicos en Texas, se convirtió en multimillonario y dos veces aspirante a la presidencia de Estados Unidos.
Apolinar Martínez/El Político
La realidad y la fantasía generalmente se asocian a la vida de los grandes capitanes de la humanidad, bien sea en las guerras, la ciencia, o la economía.
Un caso típico para los grandes escritores, o para que algunos escritores se hagan famoso, es el del millonario Ross Perot, quien acaba de morir a los 89 años, y quien precisamente sirvió como motivo para que Ken Follet escribiera su novela En alas de las águilas ( On wings of eagles), donde describe un acontecimiento que tuvo a Perot como iniciador.
El millonario organizó un comando para liberar a dos de sus empleados de EDS que habían sido secuestrados en Teherán. El motín se transformó en un caos que logró que escaparan 11.800 reclusos.
De la pobreza a manejar una fortuna
Nacido en Texarkana, Texas, durante la Gran Depresión ( 1930), tuvo una infancia pobre que le llevó hasta vender el Texarkana Guardian, lo cual realizaba en un poni, inventó sistemas de venta del periódico que le producían ganancias adicionales, con lo cual ya señalaba lo que sería su destino.
Luego de sus estudios en la Academia Naval de Annapolis en Maryland, en 1957, consiguió un trabajo como vendedor de computadoras de I.B.M. Eso por supuesto no lo satisfacía.
A los 32 años Perot decidió fundar su propia compañía, EDS (Electronic Data Systems). Sus empleados debían ir con traje, corbata y sin bigotes. Las mujeres con falda, salvo excepciones de frío extremo.
Cuando a mediados de los sesenta el gobierno federal contrató sus servicios para ejecutar en los Estados los programas de salud Medicare y Medicaid, se terminó por consumar su buena racha.
El valor de las acciones de la empresa, que habían abierto en bolsa a 16 dólares, comenzó a subir como la espuma. De repente EDS era una empresa que costaba 350 millones y Ross Perot era uno de los hombres más ricos de Estados Unidos. En 1984, el hombre de los negocios le vendió su compañía a General Motors por 2.500 millones de dólares.
Dos años después ya había levantado otra, Perot Systems, también dedicada a los servicios informáticos, la que presidió hasta que lo sucedió su hijo, y que en 2009 compró Dell por 3.900 millones.
Aspirante a la presidencia
Un hombre de tanto vuelo era lógico que soñara con dirigir a su país; un antecesor, en ese aspecto, de Donald Trump. Y, efectivamente, eso hizo en 1992 al competir contra el republicano George H.W.Bush y el demócrata Bill Clinton.
Fue derrotado por el bipartidismo, pero obtuvo el 19% de los votos, lo que significó el mejor tercero en la lucha presidencial desde 1912.Cuatro años después lo intentaría pero su votación bajó al 8%.
Siempre creando instituciones para los más necesitados
Verdaderamente admirable la vida de este personaje, para quien parte de su fortuna la invirtió en colegios, museos, centros de salud, casi siempre en su oriunda Texas.
A fines de los setenta y comienzos de los ochenta del siglo pasado, lideró la guerra contra las drogas en el Estado y una reforma al sistema educacional público.
Venía con el sello de ser un hombre de servicio, un verdadero patriota, tras haber enviado dos aviones con 30 toneladas de alimentos y medicamentos a Hanói para hacer llegar a los soldados estadounidenses. No dio resultado, pero sí ayudó a visibilizar el trato que estaban recibiendo.
Ha muerto un un verdadero estandarte del sueño americano