El Presidente disolvió al parlamento y éste suspende al mandatario y designa a Mercedes Araoz "Presidenta en funciones"
Un día después de que el presidente Martín Vizcarra dispusiera la disolución del Congreso de la República, continúa la incertidumbre edebido a la decisión de este último poder del Estado de suspender al mandatario y encargarle su función a la vicepresidenta Mercedes Araoz.
Se desconoce si aún continúan algunos miembros del Parlamento electo en el 2016 en el Palacio Legislativo.
Las calles del centro histórico de Lima, donde se encuentran las sedes del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, se encuentran enrejadas en las vías que dan acceso a la Plaza de Armas y a Palacio de Gobierno. Las personas se han refugiado en sus casas y hay manifestaciones.
Decisión publicada en el Diario Oficial
Anoche, horas después del anuncio de Vizcarra, una edición extraordinaria de la separata de Normas Legales del diario oficial “El Peruano” oficializó el decreto supremo con el que se disuelve el Congreso. Asimismo, mediante otras normas se acepta la renuncia de Salvador del Solar al cargo de presidente del Consejo de Ministros y, en su reemplazo, fue nombrado Vicente Zeballos, quien se estaba desempeñando como titular de Justicia.
Vizcarra, convocó a elecciones para el 26 de enero del 2020 con el fin de que se complete el período constitucional del Parlamento disuelto.
Las claves de la mayor crisis política de este siglo en Perú
Una gran incertidumbre sobre qué va a pasar en el futuro inmediato y pocas certezas sobre la situación legal, impides conocer o presumir ylas consecuencias políticas de muchas de las decisiones que se tomaron.
La crisis política sin precedentes en las últimas décadas estalló este lunes en Perú, después de que el presidente Martín Vizcarra disolviera constitucionalmente el Congreso y una facción de éste en rebeldía votara su “suspensión” y jurara a la vicepresidenta Mercedes Aráoz.
La mayoría de la gente está alegre
La alegría y la sensación de alivio que la gran mayoría población peruana expresó espontáneamente en las calles fue evidente después de que el presidente anunciara la disolución del Congreso, un organismo cuyos representantes son odiados y despreciados a partes iguales por la mayoría de la población al considerar que sólo cuidan sus pequeños intereses personales.
El Primer paso
La primera medida de esta etapa la promovió Vizcarra cuando disolvió el Congreso y convocó elecciones legislativas para el próximo 26 de enero aplicando una norma constitucional que le habilitaba a disolver la cámara si ésta le negaba un cuestión de confianza al gabinete presidido por Salvador del Solar.
El presidente se pronunció de que el Congreso procediera a elegir un magistrado para el Tribunal Constitucional pese a que la moción de confianza estaba expresamente vinculada a ese proceso de elección de jueces, muy cuestionada por las formas y los plazos que se emplearon en su tramitación.
Para el presidente, los congresistas negaron en los hechos con este acto el pedido de confianza, pese a que luego dieran formalmente en otro trámite parlamentario su respaldo a la propuesta gubernamental.
El presidente del Congreso Pedro Olaechea durante la sesión que votó la suspensión de Vizcarra , no contó con la presencia de casi cincuenta diputados que aceptaron la disolución, pero la facción restante votó una resolución para “suspender” por “incapacidad moral” a Vizcarra y nombraron en su lugar a la vicepresidenta Mercedes Aráoz como “presidenta en funciones”.
¿COMO SE LLEGÓ A ESTA SITUACIÓN?
Esta crisis es el punto álgido de un conflicto abierto entre el Gobierno y el Congreso desde las elecciones generales de 2016, que dejaron un parlamento dominado con abrumadora mayoría por el partido fujimorista Fuerza Popular y la Presidencia en manos de Pedro Pablo Kuczynski, cuyo mandato terminó con serios cuestionamientos y casa por cárcel debido a sucesivos errores.
El escándalo de corrupción de la constructora Odebrecht en el país terminó por costarle el cargo a Kuczynski y llevó a la asunción de su vicepresidente Vizcarra, quien encaró el cargo con la misión de enfrentar la corrupción que afecta gravemente a todo el país.
Fuerza Popular utilizó su poder en la cámara para presionar al Gobierno y para intentar “gobernar desde el Legislativo”, lo que suscitó el rechazo de la población.
La lucha anticorrupción
Vizcarra promovió una serie de reformas que lo enfrentaron con el Congreso, identificado como un organismo penetrado por la lacra de la corrupción y que por acción u omisión boicoteó varios intentos para modificar normas y tomar medidas contra los corruptos.
El Presidente Vizcarra propuso en julio un adelanto electoral para renovar tanto la presidencia como el Congreso, propuesta que sin embargo fue archivada sin debate por la Comisión de Constitución del Parlamento, ampliamente dominada por los fujimoristas.
Los congresistas opositores iniciaron un procedimiento exprés y poco transparente para renovar a los magistrados del Tribunal Constitucional. La cuestión de confianza que planteó Vizcarra y que se debatió hoy era precisamente para evitar esa maniobra.
Ahora, la incertidumbre es muy amplia
Ninguna de las partes reconoce a la otra y todo parece indicar que terminará en las manos Tribunal Constitucional, que tendrá que dilucidar en último término si Vizcarra hizo bien en interpretar como denegado el pedido de confianza dadas las acciones tomadas por el Congreso.
Mientras, no parece que haya interés en desalojar a los congresistas que permanecen en el Congreso.
Tampoco hay sensación de inseguridad ciudadana, ni temor a una intervención militar. Los medios de comunicación han actuado toda la jornada con total libertad y lo siguen haciendo y nadie ha sido detenido.
Vizcarra convocó ya elecciones para renovar el Congreso y le dio fecha, tal y como señala la Constitución peruana.
Mercedes Aráoz, la otra presidenta
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Los parlamentarios opositores declararon la “incapacidad moral” del mandatario y juramentaron como Presidenta interina a Mercedes Aráoz. No obstante, los jefes de las Fuerzas Armadas reafirmaron su lealtad al Presidente