El caso de los narcotraficantes de nacionalidad venezolana detenidos por la DEA en Puerto Príncipe, Haití, es reconocido en el país por por involucrar a los sobrinos de Nicolás Maduro y Cilia Flores: Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas.
El Político
En un trabajo periodístico llamado Porque soy Flores, realizado por las periodistas Jessica Carrillo y Adriana Núñez, revelan los detalles sobre la forma en que los sobrinos de la primera dama de Venezuela manejaban sus negocios, y también la forma en la que eliminaban a sus "enemigos".
Según cuenta el reportaje, el 26 de octubre del 2015 se llevó a cabo una reunión con una fuente encubierta de la DEA, que se hizo llamar el "Cartel de Sinaloa", en la cual Campo contó la historia de un empleado descarriado al que tuvo que "mandar a pelar", tras averiguar que el trabajador estaba intentando meterlo en problemas con su esposa.
Durante su encuentro con el Cartel de Sinaloa, Campo ofreció como ventaja la capacidad que tenía de neutralizar a los saboteadores enviándolos "picados en pedacitos", promesa que cobró fuerza el 6 de noviembre del 2015, cuando unos pilotos designados por el sujeto no fueron capaces de completar un vuelo de prueba, como antesala al envío de 800 kilogramos de cocaína desde Caracas hasta Honduras. “Mire mi señor se lo juro por Diosito que a esos malditos pilotos los mato porque los mato”.
De acuerdo con la investigación, el 21 de julio del 2015 la indisciplina de otro aliado alteró a Campo. El asesinato a balazos del expolicía del municipio Sucre, Gustavo Pulido, el 18 de julio, lo hizo confrontarse con su "socio" identificado como "Peter Pan + Campanita". Ahí fue cuando el narcosobrino se dio cuenta de los crímenes cometidos por éste y sus socios.
“Yo antes de lanzar la bomba les dije que había que matar a esos locos, ya después no. Se los dije en la bomba de las mercedes: no pueden hacerle nada a esos tipos, ahorita no pueden”, dijo Campo en un chat de Blackberry Messenger con “Peter” . Poco después “Peter” respondió: “acuerdate que todo el pensado era que, al hablar con Fernando, pagara”.
El socio de Campo se refería a Fernando Da Lavadinha; comerciante de origen portugués, copropietario de dos restaurantes de Las Mercedes y empresario del sector de alimentos, que fue detenido en abril del 2013 en República Dominicana, cuando intentaba salir de ese país con más de 165.000 dólares en efectivo adheridos a su cuerpo.
El 26 de julio de 2015, Javier Ignacio Mayorca, periodista de sucesos, escribió en su blog que la muerte de Pulido, jefe de escoltas de Lavadinha, estaba vinculada a un hecho ocurrido en junio de ese mismo año donde el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y la policía del municipio El Hatillo atendieron un suceso en una casa de la urbanización La Lagunita. “Lanzaron una granada a la fachada del inmueble y luego dejaron allí una corona de flores, similar a las usadas en los funerales, con el nombre del deudor”, relató Mayorca.
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