El expresidente de Uruguay (2010-2015) José Mujica considera que la "tarea pendiente" de América Latina es la integración entre países, siendo su "problema más importante" en referencia a la exposición que tiene la región respecto del mundo.
"América Latina tiene un gigantesco desafío. O logra un acuerdo federal para crear un espacio común económico, de investigación y una presencia internacional conjunta o es una hoja al viento. Somos menos del 10 % de la economía mundial. No existimos", dijo Mujica en una entrevista con el medio uruguayo Búsqueda divulgada hoy.
"El problema de la integración latinoamericana es la tarea pendiente más importante", puntualizó.
Al mismo tiempo, el expresidente comentó que percibe un "corrimiento hacia la derecha" en todo el territorio aunque estimó que "no es extrema".
Sin embargo, afirmó que en otras partes del mundo esta tendencia a la derecha extrema sí que se están dando, como en Europa y Estados Unidos, con el actual candidato del Partido Republicano a la Presidencia de ese país, Donald Trump, debido principalmente a la existencia de una clase media "postergada".
"Lo que se está dando más bien en distintas partes del mundo es un corrimiento hacia la extrema derecha, que no es lo mismo. No es lo mismo un conservador que alguien de extrema derecha. En Europa es muy claro eso. Trump es otro ejemplo. Hay una clase media que se siente postergada y se refugia en ese tipo de discursos", recalcó.
"Si la globalización de las transnacionales es complicada, la solución de la extrema derecha es peor", precisó el hoy senador.
Según el exmandatario uruguayo, los casos de corrupción de Gobiernos de izquierda en los últimos años y la destitución de la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, el pasado agosto pueden afectar al declive de la izquierda en latinoamérica aunque "no es lo más importante".
"El problema de la integración regional es mucho más importante que ser de izquierda. No sirve ser de izquierda para estar descuartizado. Los Gobiernos van y vienen. Hay que arreglar con el que esté y no con el que me gustaría", remarcó.
En ese sentido, Mujica apoyó la actitud tomada por su sucesor en la presidencia del Gobierno uruguayo, Taberé Vázquez, de continuar manteniendo relaciones con Brasil después de la asunción de Michel Temer como primer mandatario de ese país.
"No tenía otra. No podemos darnos el lujo de ignorar a Brasil. No me gusta lo que pasó y lo que hicieron en Brasil, pero la realidad es esa. Si voy a esperar que América Latina toda sea socialista, la integración no va a existir nunca. Hay que sumar a todos los países latinoamericanos, desde Argentina hasta Cuba", indicó.
Mujica, con base en su experiencia, abogó porque los Estados "cultiven relaciones" unos con otros sin tener en cuenta su ideología.
"Todo el mundo sabe que soy de izquierda pero cultivé relaciones con todos los que pude. Tuve hasta una amistad con (el expresidente chileno Sebastián) Piñera y con (el presidente colombiano Juan Manuel) Santos, que no son de izquierda", expresó.
Preguntado sobre su cercanía ideológica con Cuba y Venezuela, dijo que no está de acuerdo "con ningún Gobierno que tenga presos políticos".
Por otro lado, Mujica dijo que no se arrepiente de la acogida de Uruguay, en diciembre de 2014, de seis presos de Guantánamo, uno de los cuáles, Jihad Ahmad Diyab, se encuentra actualmente en una huelga de hambre que mantiene desde hace más de 50 días en reclamo de ser reunificado con su familia.
"No me puedo arrepentir de eso porque es una cuestión de principios. No me importó tener a la opinión pública en contra. Tenía que ayudar a distender", enfatizó.
"Cuando veo un gesto de alguien que quiere reparar un desastre, me parece que debe ser respaldado. Siento que alguno de los presos estaba muy alterado y ahora estamos sufriendo las consecuencias. Pero eso no era previsible", agregó Mujica.
Finalmente, preguntado sobre si le gustaría volver a ser candidato a presidir Uruguay, dijo que le "encantaría" pero que "la biología" no se lo permite.
"Me agarró pasado. Si tuviera diez o quince años menos me hago una fiesta. Pero me doy cuenta que no me da. Los números míos son un desastre. Tengo colesterol en pila y creatinina, que muestra un problema en los riñones", afirmó, y se apostó medio millón de dólares con quienes piensen que se presentará como candidato.
Con información de EFE