La presidenta Jeanine Añez confirmó este jueves que dio positivo al coronavirus, por lo que en la actualidad se encuentra aislada y recibe los cuidados médicos necesarios para superar la enfermedad. Permanecerá en cuarentena durante dos semanas y en ese tiempo anunció que continuará en funciones.
El Político
"Junto con todo mi equipo hemos estado trabajando por las familias bolivianas durante todo este tiempo y, dado que en la última semana muchos de ellos dieron positivo al coronavirus, me hice la prueba y también he dado positivo", informó la mandataria en un mensaje de video que fue difundido en su cuenta de Twitter (@JeanineAnez).
La mandataria interrumpió sus actividades presenciales y aseguró que ahora trabaja a través de internet, por llamadas telefónicas y videoconferencias.
"He dado positivo a Covid-19, estoy bien, trabajaré desde mi aislamiento. Juntos, vamos a salir adelante", dijo la Jefa de Estado, quien aseguró que se encuentra estable y cumple el tratamiento de rigor en la residencia presidencial en la zona de San Jorge.
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, dijo que sabían que podía ocurrir el contagio, "la Presidenta ha estado trabajando en la calle, junto a los ministros, visitando muchos lugares”, indicó a radio Panamericana.
“Varios ministros han caído y hoy tenemos la mala noticia de que la Presidenta está con Covid-19; está fuerte, está entusiasta; lo ha tomado como es ella, con mucha fortaleza, con mucha firmeza”, dijo y anunció que en adelante toda labor de coordinación con la mandataria será vía virtual.
El titular de Gobierno no dudó en decir que es posible que se contagió de uno de sus ministros en las reuniones de gabinete. “Hemos estado en contacto y varios de ellos han estado contagiados y uno de los ministros cercanos, el ministro (de la Presidencia) Yerko Núñez, me imagino es quien le ha contagiado; (la mandataria) ha estado en contacto con mucha gente en la calle y la gente se acerca a saludarla y le hicimos la prueba (de laboratorio) porque Núñez dio positivo”.
El pueblo boliviano rechaza a Evo pero la oposición está dividida
Murillo también afirmó que el Covid-19 es otra lucha más para el Gobierno. “No es suficiente la lucha contra el Covid-19, las manifestación, las huelgas, los atentados contra la salud, todo lo que manda hacer el terrorista confeso que está en Buenos Aires, nada eso es suficiente, tuvimos que enfermar, contagiarnos del Covid, también lo derrotaremos”, aseveró.
En estos días, tres ministros dieron positivo al coronavirus: el de la Presidencia; la de Salud, Eidy Roca, y de Minería, Jorge Fernando Oropeza. También dos viceministros de Salud confirmaron este jueves el virus: Óscar Landívar Zambrana y Juan Carlos Capra Jemio.
Bolivia se encamina hacia las presidenciales
El país vuelve a las urnas el 6 de septiembre tras el derrocamiento de Morales y en medio de dudas sobre los informes que propiciaron la caída del exmandatario
Bolivia se encamina hacia unas elecciones presidenciales después de meses convulsos en los que al derrocamiento de Evo Morales por acusaciones de fraude- Ahora hay un horizonte para volver a las urnas y el país lo hace en un clima de elevada tensión política.
Tras haber logrado un acuerdo con tres partidos de la oposición, entre ellos el Movimiento al Socialismo (MAS), que cuenta con mayoría en el Parlamento, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia propuso convocar a elecciones el 6 de septiembre.
Esta es la tercera vez que la fecha de los comicios se cambia y tal vez no sea la última. La definición del TSE generó la reacción adversa del oficialismo y dio lugar a una fuerte polémica política. Los distintos frentes respaldaron o rechazaron la fecha definida, según sus respectivos cálculos electorales, mientras la población intentaba retomar las actividades después de 80 días de cuarentena, pese a que los casos (13.949 positivos) y fallecimientos por la covid-19 (casi 500) han ido en aumento.
La ley que las fijaba el primer domingo de agosto había sido denunciada ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno de Jeanine Áñez con el argumento de que una fecha tan cercana podía poner en riesgo la salud de la población.
La negociaciones en busca de una nueva fecha se realizaron con el auspicio de las Naciones Unidas y la Unión Europea y concluyeron en un acuerdo entre los opositores MAS, que encabeza los sondeos; Libre 21, que postula al exmandatario Jorge Quiroga; y Comunidad Ciudadana (CC), que lidera el expresidente Carlos Mesa. Participaron en las charlas, pero se excluyeron del acuerdo final, la alianza Juntos, de Áñez, y el frente Creemos, que dirige el derechista Luis Fernando Camacho, adversario de Morales y uno de los dirigentes que propiciaron su caída.
Evo Morales apoya a su partido
El expresidente abandonó el país y se fue primero a México y luego a Argentina, donde se encuentra, mientras la Organización de los Estados Americanos (OEA) elaboraba un informe que hace días fue cuestionado por una información de The New York Times.
La plataforma de la presidenta transitoria prometió acatar la fecha establecida siempre y cuando la evolución de la pandemia vaya a mejor. Al mismo tiempo, cuestionó que el Tribunal Electoral hubiera cedido a las pretensiones “electoralistas” del MAS y de CC. Estos dos partidos están interesados en ir a las urnas lo más pronto posible.
Al mismo tiempo, son los que van delante en la mayoría de las encuestas. Para Mesa, las elecciones son imprescindibles para enfrentar la pandemia, ya que el país requiere de una dirección política “legítima”.
Áñez llegó al poder por un acuerdo de las fuerzas que derrocaron al presidente Morales en noviembre pasado con un mandato transitorio y limitado a la organización de las elecciones. Sin embargo, la extrema polarización política, primero, y la llegada de la pandemia, después, le permitieron actuar como una gobernante ordinaria, y tomar decisiones con efectos de largo plazo, lo que Mesa y Morales han criticado una y otra vez.
Diversos sectores han planteado la necesidad de que la oposición se una en torno a un solo candidato, pero esta opción luce lejana, aun cuando favorece a los seguidores de Evo Morales.
El líder de las protestas que terminaron en el derrocamiento de Morales, Luis Fernando Camacho, que aparece en las encuestas con una intención de voto de solo el 10%, se ha estrellado frontalmente contra el acuerdo político promovido por el Tribunal Electoral. “Los políticos de siempre se adueñaron de nuestra lucha de los 21 días [previos al derrocamiento]…. Yo mantengo mi posición: ni cobarde, ni vendido, peor masista. No pacté, no pacto y no pactaré con el dictador”, declaró Camacho, en alusión a las informaciones sobre una conversación telefónica entre el presidente del Tribunal Electoral, Salvador Romero, y el expresidente Morales, que habría dado el visto bueno al acuerdo. La existencia de este contacto no se ha confirmado.
Fue Morales, desde Argentina, y no Luis Arce, el candidato del MAS, quien anunció primero el acuerdo político sobre las elecciones, lo que le cayó muy mal a sus enemigos e incluso a muchos de sus seguidores en Bolivia.
Camacho quiere que se haga una nueva convocatoria a elecciones para el próximo año, lo que le permitiría reorganizarse, cambiar sus listas de candidatos y participar en el proceso con mayores posibilidades de éxito.
Los radicales consideran que el Tribunal Electoral debió haber eliminado al MAS de estas elecciones. Esto no ocurrió porque la ley no establece una sanción colectiva por el delito de fraude. Sin embargo, la idea de inhabilitar al partido de Morales vuelve recurrentemente al debate público, alimentada por el exitoso desempeño de Luis Arce en las encuestas que le asignan a Arce el primer lugar, con más del 30% de la intención de voto. Según la norma boliviana, un candidato puede triunfar en primera vuelta si reúne más del 40% de los votos y tiene diez puntos porcentuales por encima de su inmediato seguidor.
El pueblo derrotó a las bandas armadas de Evo Morales. Obligó a policías y militares a desentenderse del dictador castrochavista y el fraudulento Evo tuvo que renunciar.
Desde su refugio en la Argentina kirchnerista, el derrotado Morales llamó a sus secuaces a bloquear las ciudades rebeldes de Bolivia, para que no le llegaran alimentos a la gente. Por esa orden abominable, registrada en un audio que ya se conoce, ahora Evo es reclamado como terrorista, por la justicia boliviana.
La defenestración del tirano, llevó al mando a la joven senadora democrática Jeanine Áñez, del partido de Rubén Costas quien ahora sufre del coronavirus. Hoy ese gobierno busca corregir el daño creado por la pandilla de Morales.
Hoy se vive un proceso electoral que reclama la unidad de los líderes bolivianos:
Sabina Cuéllar, Luis Fernando Camacho, Oscar Ortiz Antelo, Carlos Sánchez Berzaín, Branko Marinkovic, Mario Cosío, Leopoldo Fernández, Víctor Hugo Velasco, Carlos Mesa, Carmen Eva González, Guido Añez, Tuto Quiroga, Rubén Darío Cuéllar, Mario Bruno y la propia presidenta Añez no han sido capaces de presentar una opcion unitaria, pues inhabilitar al Mas no basta.