El acto conmemorativo de la constitución, hace 20 años, del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo demostró que las frustraciones y desencantos causados por 60 años de una dictadura dinástica, no han extinguido el compromiso del exilio de seguir bregando a favor de restaurar en Cuba una sociedad de derecho.
Por Pedro Corzo
Fue un encuentro para recordar. Varias generaciones de cubanos coincidieron en un salón de fiestas de Miami dispuestas a rememorar las tareas cumplidas en estas dos décadas por el IMHCT y rendir tributo a la memoria de sus fundadores que han partido al infinito.
Fue un acto hermoso que logró aunar pasado y presente con los anhelos de futuro. Un encuentro en que se reafirmaron compromisos que dejaron apreciar que el corazón del exilio sigue latiendo con fuerzas como afirmaba el periodista Jorge Jauregui.
El régimen totalitario castrista manipuló la historia para fabricar un pasado que justificara sus tropelías y a su vez construir un presente que le permitiera ser el dueño y hacedor del futuro. Ante esta situación que motivó a un grupo de cubanos, en su mayoría ex prisioneros políticos, crear una institución que recogiera el proceso de confrontación junto a las violaciones de lesa humanidad cometidas por el régimen.
En cierta medida la idea se originó en Venezuela, tomando cuerpo en esta ciudad después que se constituyó un Comité, 1997, para conmemorar el cierre del Presidio de Isla de Pinos.
La celebración del 30 Aniversario, fue un éxito. Se efectuó en una logia masónica situada en Hialeah, fue una reunión multitudinaria. Enrique Ruano, Amado Rodríguez y Lázaro Machado fueron los héroes de aquella jornada, junto a Fermín Amador Chamizo que reconstruyó la histórica “Mojonera” de Isla de Pinos. También ayudó mucho Hely Humberto Hernández.
Un posterior viaje a Israel dio un gran impulso al proyecto. Es un país en el que se aprecia el culto a la memoria de la Nación y el respeto a quienes la forjaron, un acicate para aquellos que habíamos echado ancla en otras tierras, sin resignarnos a perder la nuestra.
Muchos nos involucramos en el esfuerzo, algunos ya desaparecidos, como Rolando Borges, Francisco Lorenzo, Lorenzo de Toro y Rogelio Cisneros. Así se creó una organización dedicada exclusivamente a recoger la lucha contra el totalitarismo castrista sin distinción de estrategias, sin compromisos políticos, a excepción de servir fielmente al pensamiento democrático.
Nos comprometimos como institución a no sumarnos a coaliciones, frentes o entidades que participaran directamente en la lucha contra la dictadura, cosa que si podíamos hacer como individuos. El objetivo era poder cumplir eficientemente nuestro deber de recoger toda la historia de la lucha por la democracia en Cuba.
Además, acordamos no participar como institución en campañas políticas nacionales ni pedir apoyo económico a políticos en funciones, evitando así compromisos que entorpecieran nuestras labores.
A pocos meses de la constitución del Instituto recibimos un notable refuerzo en Carmen De Toro Gómez y Ramiro Gómez Barrueco, una pareja entusiasta, de mucho talento, capacidad de trabajo y gran dedicación patriótica. Según pasaron los años se sumaron nuevos compañeros al esfuerzo de todos de recoger la historia de la lucha contra el totalitarismo.
Durante estos 20 años de trabajo hemos publicado más de veinte libros, entre ellos el único que existe sobre las Huelgas de Hambre en Cuba, de José Antonio Albertini. Hemos impartido más de 120 conferencias históricas y políticas, confeccionado tres Calendarios Negro del Totalitarismo Cubano, 2003, 2006 y 2020, coordinados por Ramiro Gómez y producido 13 documentales históricos para los que hemos contado con el talento de varios ilustres cubanos: Pedro Suarez, “Tintín”, Luis Díaz, Luis Guardia y Wenceslao Cruz.
El Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo se fundó antes de que fuera derrocado el régimen que lo inspiró, y tenemos mucha confianza en que será útil para la reconstrucción de la Patria.
Ha sido duro el bregar. Recopilar información debidamente documentada, no obstante, estamos conscientes de que el mayor reto radica en que nuestra institución sobreviva a quienes hoy la dirigen. Necesitamos con urgencia Pinos Nuevos, hombres y mujeres comprometidos hasta el último aliento, en recopilar la lucha por la democracia y la libertad de Cuba.
Periodista
(305) 498-1714