La crisis económica ocasionada por la pandemia del coronavirus ha servido para que los clanes de la mafia, como los Acquasanta y los Arenella traten de adquirir empresas con problemas
El Político
La policía financiera de Italla, Guardia di Finanzas, con la coordinación de la servicios de la antimafia de Palermo, arrestó ayer en la madrugada a 91 miembros de Cosa Nostra, la mafia siciliana, acusados de asociación mafiosa, extorsión, registro ficticio de activos, lavado de dinero, tráfico de drogas, fraude deportivo y estafa.
En la espectacular operación policial, han intervenido 500 miembros de la Guardia de Finanzas, con medios aéreos y perros adiestrados para la búsqueda de armas, droga y dinero. Han detenido a miembros de históricas familias mafiosas palermitanas como la Ferrante y Fontana.
Las capturas no solo se han llevado a cabo en Sicilia, sino también en Lombardía, Piamonte, Liguria, Véneto, Emilia-Romaña, Toscana, Marcas y Campania. En esas regiones del norte, en especial Cosa Nostra y la ‘Ndrangheta, son cada día más activas. Las numerosas detenciones y procesos de los últimos años contra la mafia siciliana no han logrado parar sus acciones criminales.
Además, siguen reclutando a personas no fichadas por la policía. Algunos de ellos, miembros del clan de los Fontana, se habían transferido a Lombardía para gestionar el negocio de la venta de café mediante una red de personas sin ficha policial. Es el caso de Daniele Santonianni, quien participó en la décima edición del programa de televisión Gran Hermano. Fue detenido en esta operación y se encuentra bajo arresto domiciliario, acusado de ser una figura decorativa que servía para encubrir miembros mafiosos. Santoianni había sido nombrado representante legal de Mok Caffè S.r.l., una empresa que comerciaba con café, estando detrás Cosa Nostra.
Alarmante situación
La investigación de la magistratura de Palermo ha revelado los intereses de los clanes mafiosos en numerosas actividades: en las subastas de obras y contratos por el trabajo realizado en los astilleros de Palermo, así como en las actividades del mercado de frutas y verduras; en la gestión de apuestas en Internet y en máquinas tragaperras, además de su antigua actividad en el narcotráfico y las carreras de caballos. Las manos de los jefes mafiosos controlaban totalmente diversos hipódromos. Se les ha secuestrado 12 caballos. En la operación se han incautado activos por valor de unos 15 millones de euros.
Es muy larga la lista de las actividades comerciales y empresas sometidas al chantaje de los detenidos. En estos tiempos del coronavirus, es una gran ocasión de la mafia para prestar dinero ante las dificultades económicas de muchas empresas que están al borde de la quiebra por la falta de liquidez.
Utilizan las medidas sanitarias para delinquir
Piergiorgio Morosini, el magistrado que ha ordenado las detenciones, describe una situación alarmante:
“Las medidas de distanciamiento físico y la cuarentena en todo el territorio nacional, impuestas por las medidas gubernamentales para contener la epidemia, han llevado a la interrupción total de muchas actividades productivas. Sin embargo, la condición actual de extrema necesidad, incluso de alimentos para muchas personas sin empleo estable, o con un trabajo en la economía sumergida, puede favorecer formas de ayuda mafiosa para el reclutamiento de nuevos miembros”.
El magistrado explica que la mafia presta dinero con el objetivo último de hacerse con la propiedad de las empresas: “El bloqueo, por el coronavirus, de las actividades de muchos establecimientos comerciales y de pequeñas y medianas empresas ha causado una crisis de liquidez que es difícil de superar para muchos negocios, siendo campo abonado para la actividad criminal con la usura y ocasión para que la mafia termine haciéndose con la propiedad de esas empresas sometidas luego a chantaje”.
(Con información de ABC)