El musical "La La Land", con cinco Baftas, ha sido este domingo la gran triunfadora en la 70 edición de los premios de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión.
La historia de amor y jazz entre Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling) en la ciudad de Los Ángeles, dirigida por Damien Chazelle, se llevó cinco de las 11 ‘máscaras’ doradas a las que aspiraba en el Royal Albert Hall de Londres: mejor película, mejor director, mejor actriz, mejor música y mejor fotografía.
El filme, que ha sido un éxito de público y taquilla, y que suma 14 nominaciones a los Óscar, se erigió como gran triunfadora en una noche en la que la Academia premió a 15 películas diferentes, entre ellas "Manchester by the Sea", "Lion", "Arrival" y "Jackie".
"Es un verdadero honor estar aquí", dijo un emocionado Chazelle tras recibir, de manos del actor Mark Rylance, la preciada ‘máscara’ dorada.
La estadounidense Emma Stone cumplió con los pronósticos y se alzó con el Bafta a mejor actriz, superando a Amy Adams, por su papel en "La llegada", Emily Blunt ("La chica del tren"), Natalie Portman ("Jackie") y Meryl Strepp ("Florence Foster Jenkins").
Stone, que hizo un discurso en el que llamó a la "unidad y a la creatividad", se llevó el Bafta a la tercera, después de dos nominaciones fallidas en 2011 y 2013.
"No sé si se han dado cuenta, pero mi país y el Reino Unido están pasando por un momento raro, con tendencia a la división. Y en este momento es importante que estemos todos juntos, que celebremos la creatividad y cómo, a través de ellas, podemos atravesar las fronteras y llegar la gente", apuntó la actriz.
A "La La Land", que sonaba para batir el récord de Baftas en una sola edición, en poder de "Butch Cassidy and the Sundance Kid" (que se llevó ocho en 1971), se le escapó el galardón a mejor actor protagonista, que recayó en el excelso Casey Affleck, por su papel de Lee Chandler en la intimista "Manchester by the Sea".
Affleck, que el pasado mes de enero se alzó el Globo de oro a mejor actor en una película dramática, llega a los Óscar como máximo favorito.
"La razón por la que estoy aquí es porque el guion de esta película dignifica de verdad la compasión del día a día", aseguró el estadounidense tras recibir el premio de manos de Penélope Cruz.
Otro de los galardones importantes que se le escapó a "La La Land" fue el de mejor guion original, que, contra pronóstico, se llevó Kenneth Lonergan por "Manchester by the Sea".
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El filme, que arrancó la velada optando a seis ‘máscaras’, se llevó finalmente dos, las mismas que "Lion", la historia basada en el libro "A Long Way Home", de Saroo Brierley.
La conmovedora historia de Brierley, el joven indio que encontró a su familia 25 años después de verla por última vez, se llevó los Bafta a mejor guion adaptado y mejor actor secundario, para un emocionado Dev Patel.
En categoría femenina, el Bafta a mejor actriz secundaria fue para la estadounidense Viola Davis por "Fences", un papel por el que se llevó el Globo de Oro y por el que es la favorita para hacerse con el Óscar.
Además, el español Pedro Almodóvar se quedo a las puertas de su sexto Bafta, por el que optaba en la categoría de mejor película de habla no inglesa, y que recayó en la húngara "Son of Saul", ganadora el pasado año del Óscar y del Globo de Oro.
La española Laia Costa ("Victoria") también se quedó sin el Bafta, en la categoría de mejor intérprete revelación, el único votado por el público, que fue a parar al británico Tom Holland ("Capitán América: Civil War").
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El discurso más aplaudido de la noche en el Royal Albert Hall fue obra del veterano director Ken Loach, una de las voces más críticas del cine mundial, tras recoger el Bafta a mejor largometraje británico, por "I, Daniel Blake".
El octogenario realizador tildó al Gobierno conservador de Theresa May de "cruel, desalmado, brutal y vergonzoso" e insistió en que "el mundo actual se está haciendo cada vez más y más oscuro".
"La gente más vulnerable y más pobre de este país está siendo tratada con desprecio y con una brutalidad desmedida, y eso es vergonzoso. Y en la lucha que se está produciendo entre ricos y pobres, con las empresas y los políticos por un lado y el resto de nosotros en el otro, los directores de cine sabemos en que lado estar", agregó Loach.
La gala, que volvió después de 20 años al Royal Albert Hall, se caracterizó por el humor y por el ritmo impecable que le otorgó Stephen Fry, una de las figuras más populares de la cultura británica.
El momento estelar de la noche llegó al final de la gala, cuando el príncipe Guillermo, hizo entrega al legendario actor, director, cómico y compositor estadounidense Mel Brooks del Bafta honorífico.
Con información de EFE