La ‘geringonça’, unión de anticapitalistas y antieuropeistas, dirigió con gran eficacia durante seis años, la economía de Portugal. Al parecer su tiempo se ha acabado.
El Político
Nadie podía imaginar ni en Portugal ni en toda Europa, que de aquella curiosa combinación, realizada el 10 de noviembre de 2015, y con la participación de: Antonio Costa, del Partido Socialista, Catarina Martins, del Bloque de Izquierda y Jerónimo de Sousa, del Partido Comunista, saldría la cohesión y el apoyo necesario cómo para que el primer ministro Antonio Costa, pudiera enrumbar tan positivamente a Portugal en un sentido que admiró a toda Europa, y que estabilizó institucionalmente al país.
Sería tal la desconfianza que , el exvicepresidente Paulo Portas, lo bautizó como la ‘geringonça’, que vendría a significar una chapuza, un cacharro que no funciona. Pero vaya que funcionó, y de qué manera.
Parlamento de Portugal enterró presupuesto
Tampoco era imaginable que esa extraña combinación o ‘geringonça’, tendría un final tan sorprendente.
El presupuesto para 2022 sólo tuvo el apoyo del Partido socialista, mientras el Bloque Extremista y el Partido Comunista votaron en contra.
“Nací a la izquierda, fui criado en la izquierda y la izquierda es mi familia. Creo que tiene lo esencial para construir el futuro y que no está condenada a la protesta”, defendió antes de intentar, por última vez, convencer a sus antiguos socios de votar a favor de las cuentas y de no unirse a la derecha.
“Lo último que precisa Portugal es esta crisis y en estas circunstancias”, dijo Costa al admitir su derrota.
Es la primera vez en la historia que el Parlamento entierra un presupuesto.
Y ahora en Portugal…
En Portugal, la ley obliga a celebrar las elecciones entre los 55 y 60 días posteriores a la disolución de la Cámara. Así, si el presidente portugués aprueba la disolución la próxima semana, la campaña y los comicios caerían de lleno en las fiestas navideñas
El presidente del país, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, tiene la última palabra.
Veremos que nuevo invento hace la izquierda para no perder lo que tan finamente logró durante seis años.