Las grandes colas que se producen en casi toda Venezuela para obtener el combustible, alimentan el rechazo contra las políticas de Maduro.
Apolinar Martínez/El Político
Los venezolanos acostumbrados a tener la gasolina más barata de la tierra, un litro vale mucho menos que cualquier refresco, atosigados con una propaganda permanente de que son el país con mayores reservas petroleras del planeta, despiertan de pronto con el fantasma de la inexistencia de gasolina, quede debe importarse, que no alcanza.
Cómo pudo producirse tal fenómeno. Por qué Zulia, el mayor productor, Mérida, Carabobo, Táchira y los estados orientales están sin gasolina, en tanto en Caracas deben hacerse colas a todas horas obtenerla, es la pregunta que se hacen los venezolanos
Las refinerías semiparalizadas
Las grandes refinerías del país Amuay y Cardón apenas operan en un 10% de su capacidad.
El economista y experto petrolero José Toro Hardy, abunda en explicaciones sobre las razones por las cuales recrudece el desabastecimiento de gasolina: “No solamente hace falta que las plantas de craqueado catalítico estén operativas, sino que necesitamos aditivos para la producción. Estos componentes antes los producíamos en el país, pero ya no, por lo que tenemos que importarlos. El detalle está en que los traíamos de Estados Unidos, pero por las sanciones eso ya no es posible. Una de las empresas rusas que nos proveía ya anunció que no, por los mismos motivos. Últimamente los comprábamos a la India, pero cada vez es más difícil”.
“También importamos gasolina –explica Toro Hardy–. Sin embargo, el acuerdo que teníamos con la empresa española Repsol al parecer no se está cumpliendo. Entonces, han recurrido a la compra internacional en mercados variados pero con una modalidad muy perjudicial para el país, porque compramos en esos mercados combustible con sobreprecio y lo pagamos con petróleo vendido por debajo del costo”.
Asegura el especialista que esta situación es insostenible en el tiempo, por lo que no puede pensarse que sea la solución del problema.
Toro Hardy llama la atención sobre el hecho de que, además, la gasolina que se consume es prácticamente regalada, porque en la práctica no hay moneda para pagarla y entonces ha ocurrido que los empleados de las estaciones de servicio no cobran. Lo poco que llega se destina para el mercado del área metropolitana, informa; sin embargo, la crisis puede también afectar la zona capital dentro de muy poco.
Protestas en todas partes
Táchira es en estos momentos un hervidero. Cansados de las colas, los automovilistas han decidido cerrar las vías, con lo que no solamente aíslan a la capital San Cristóbal, sino que mantienen paralizado el comercio de todo el estado.
Las protestas en Zulia son casi diarias, y así en otros estado.
La gasolina es demasiado carburante cómo para que no encienda la preocupación del régimen de Maduro.