La edad de equilibrio esla herramienta que el Gobierno ha introducido en el proyecto de reforma de las pensiones y con la que se permitirá, según el Ejecutivo, encontrar un equilibrio financiero para el sistema de pensiones mantiene el conflicto entre sindicatos y el gobierno francés.
El Político
Aunque la edad legal de jubilación se mantiene en los 62 años, la medida retrasará hasta los 64 la edad a la que los franceses podrán dejar de trabajar sin recibir penalizaciones.
Tras una nueva ronda de concertaciones pasadas las fiestas navideñas, los sindicatos reformistas volvieron a señalar esta ‘edad de equilibrio’ como el principal escollo para alcanzar un acuerdo.
Los sindicatos reformistas, los únicos con los que el Gobierno francés aspira a alcanzar un acuerdo, dieron un ultimátum este martes para que el Ejecutivo retire el punto más polémico de la ambiciosa reforma de las pensiones que quiere sacar adelante Emmanuel Macron, y que retrasa de manera efectiva la edad de jubilación.
La presión volverá a las calles
Con París bloqueado y la mayor parte del transporte público paralizado en Francia, el país europeo vive la mayor huelga de las últimas décadas
«En el estado de tensión en el que se encuentra nuestro país lo sensato sería retirarla», señaló este martes Laurent Berger, secretario general de la CFDT (principal sindicato de Francia), quien advirtió que en caso contrario su organización podría retirarse de las negociaciones.
«Tienen tres días para retirarla», sentenció Laurent Escure, líder de la UNSA, otro de los sindicatos reformistas. Con centrales potentes como la CGT o Fuerza Obrera cerrados a cal y canto a la negociación -piden la retirada completa del proyecto-, el Gobierno es consciente de que no puede permitirse perder la única vía de diálogo social que tiene abierta.
Ante este contexto, el primer ministro Édouard Philippe, aseguró estar dispuesto a estudiar otras formas de alcanzar ese equilibrio financiero que pudieran acordar entre sindicatos y patronal.
«No me aferro a ninguna modalidad», dijo. Eso sí, con una condición: que las cuentas estén equilibradas. Philippe ha visto también con buenos ojos la propuesta que ha lanzado en los últimos días Berger, la de convocar en los próximos meses una conferencia para encontrar fórmulas que garanticen la financiación de las pensiones.
Desde un primer momento, la CFDT, favorable al proyecto que pretende establecer un sistema universal de pensiones, ha buscado separar la reforma del sistema en sí de la financiación del mismo. El Gobierno se resiste.
El jueves y el sábado la presión volverá a las calles con nuevas convocatorias de manifestaciones masivas, después de más de un mes de paros en los transportes que afectan especialmente a París, donde el metro sigue funcionando de manera muy restringida. La jornada será similar a las suscitadas el 5, 10 y 17 de diciembre, cuando las calles de Francia fueron tomadas por cientos de miles de personas.
Pese a la presión, el calendario de la reforma propuesto por el Gobierno sigue en marcha. Este martes fue presentada al Consejo de Estado -aunque Philippe garantiza que el proyecto es aún modificable y que adoptará lo que se logre acordar con los sindicatos- y será examinado por la Asamblea Nacional a partir del 17 de febrero.
La propuesta de diálogo fue hecha por el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, quien al cierre del encuentro rescató "señales de apertura" por parte del gobierno
La huelga de 35 días constituye un récord en el país galo, donde los sindicatos piden el retiro de la propuesta presentada por el presidente Macron
El gobierno francés y sindicatos opuestos a la reforma de jubilación realizaron ayer una nueva ronda de diálogos que no logró avances concretos en el camino a la solución de la crisis que vive el país europeo, el cual está inmerso en una huelga sin precedentes.
La reunión estuvo encabezada por el primer ministro francés, Edouard Philippe, quien estuvo con los principales líderes de trabajadores y pensionados. Los principales resultados alcanzados fueron el acuerdo de celebrar una conferencia sobre el financiamiento para sostener la reforma y un próximo encuentro pactado para el viernes.
La propuesta de diálogo fue propuesta por el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, quien al cierre del encuentro rescató "señales de apertura" por parte del gobierno.
La reforma de pensiones que propone el ejecutivo francés contiene dos elementos claves: un sistema universal por puntos, con el que se superarían los 42 regímenes de pensiones actuales, y la edad de equilibrio. La CFDT, de corte reformista y cercana al oficialismo, solo demanda la retirada de los 64 años (actualmente es de 62 años) como requisito para cobrar una jubilación sin descuentos.
Sin embargo, organizaciones sindicales progresistas, lideradas por la Confederación General del Trabajo (CGT), exigen la anulación total del plan y sostienen el paro que cumple hoy 35 jornadas, un tiempo récord.
Aunque el primer ministro detalló previo a la reunión que se podía avanzar en la negociación, al culminar la jornada indicó en la Asamblea Nacional que la edad pivote de 64 años para pensión se mantendrá.
“El proyecto de ley que se presentará al Consejo de Ministros el 24 de enero prevé esta medida, porque es necesario garantizar el equilibrio”, declaró el primer ministro, manteniendo en firme la idea de retrasar dos años, de 62 a 64, la edad para jubilarse con una pensión completa, a partir de 2027.
El bloqueo de terminales de buses en París y otras localidades marcó el comienzo del nuevo día de paro, en el cual continúan las severas afectaciones en el transporte público, con menos de la mitad de los trenes internacionales y entre regiones y ciudades circulando.
También el metro parisino mantiene el difícil escenario que lo caracteriza desde el 5 de diciembre, con apenas dos de las 16 líneas funcionando con normalidad, ambas automatizadas (1 y 14).
El conflicto gobierno-sindicatos sigue tan tenso como al principio de cara a la polémica reforma, en su discurso de fin de año, el presidente Emmanuel Macron descartó retroceder, e indicó al primer ministro Edouard Philippe avanzar en el plan de forma coordinada con las patronales y los sindicatos que lo deseen.
Motivos de la protesta
El detonante del estallido social es la reforma impulsada por el gobierno, que tiene como objetivo eliminar los 42 sistemas de pensiones (regímenes especiales) que existen en la actualidad y que otorgan privilegios a ciertas categorías profesionales.
En su lugar, Macron propone un sistema único en el que todos los trabajadores obtengan beneficios similares a la hora de recibir una pensión.
Según el gobierno, se trata de un sistema "más justo y simple" en el que "cada euro cotizado dará los mismos derechos a todos".