El cantautor y exministro panameño Rubén Blades afirmó que para poder cambiar el "vil estado actual de la política" en Panamá el país debe decidirse por "aceptar las consecuencias de la honestidad".
"Resulta hipócrita la queja por la corrupción en Panamá si obviamos asignarle algún crédito por los resultados económicos que ha producido. El soborno, el acceso a comisiones, y los pagos por intermediar en transacciones comerciales son los motores que impulsan la participación de muchos representantes de los sectores público y privado", argumentó Blades en un escrito en su página oficial.
Se trata de una extensa reflexión del astro de la música, actor y exministro de Turismo (2004-2009), a propósito de las denuncias de Ramón Fonseca Mora, exministro consejero presidencial y socio del bufete Mossack Fonseca, epicentro del escándalo papeles de Panamá, según las cuáles el actual gobernante de Panamá, Juan Carlos Varela, aceptó donaciones de Odebrecht.
Panamá desmiente que el Gobierno recibiera donaciones de Odebrecht
Fonseca Mora dijo el jueves pasado que Varela aceptó "donaciones" de la constructora brasileña, hundida en un escándalo internacional por el pago de millonarios sobornos, lo que ese mismo día negó el mandatario panameño y anunció que como prueba publicaría la lista de sus contribuyentes de campaña, lo que hizo parcialmente el viernes.
El exministro consejero de Varela y expresidente encargado del gobernante Partido Panameñista, que está detenido desde el jueves junto a su socio Jürge Mossack por su supuesta vinculación con la trama de corrupción brasileña "Lava Jato", también habló aquel día de la supuesta injerencia del poder Ejecutivo en el Judicial.
En su escrito, Blades carga contra la clase política, económica y social de Panamá, acostumbrada a la "comodidad del juega vivo" o sacar ventaja por encima del resto por cualquier medio, todo con la venia de los poderes del Estado y organismos fiscalizadores según aseguró.
Detienen en Panamá a dos presuntos vinculados en caso de ‘Lava Jato’ (Video)
"Y es que nada cambiará si el país entero no decide aceptar las consecuencias de la honestidad. Eso no se producirá mientras la comodidad del "juega vivo" (…) continúe rindiendo frutos y no se investigue todo lo dudoso, lo tramposo en todos los gobiernos, no solo en el pasado, o en el actual. Hasta que no tengamos la certeza de castigo para el culpable, nada cambiará", afirmó.
Blades critica duramente al Ejecutivo de Varela, al que tilda como "la administración pública más abiertamente deshonesta en la historia política" del país, y asevera que su "titubeo (…) no lo ayuda y por el contrario, empantana más aún la credibilidad nacional e internacional" del país.
"En esta continua crisis, provocada por los mal llamados" papales de Panamá "faltan más zapatos por caer, y cada uno empujara más a nuestra nación hacia un total colapso de imagen internacional y a la total perdida de la confianza nacional", alertó Blades.
El escándalo de Odebrecht retumba al Presidente de Panamá
Tras dar un repaso de los escándalos de corrupción de los últimos años que, aseguró, se convierten en "bochinche" de 72 horas en los medios, el de Odebrecht dejará expuestas a un número de personas del sector privado y publico que "no tendrá paralelo en la historia nacional".
"¿Qué debemos hacer cuando llegue, (y va a llegar), esa ‘perfecta tormenta’?", se preguntó Blades, y agregó que "por lo pronto, no es descabellado el considerar la posibilidad de que la actual vicepresidenta de la República de Panamá termine reemplazando al actual mandatario (…) dependiendo de como sople el viento".
La vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel De Saint Malo, tildó de "bochinches" la ola de rumores sobre una supuesta conspiración interna para obligar a Varela a renunciar al cargo tras ser acusado por Fonseca Mora de recibir donaciones de Odebrecht.
"Estos bochinches es mejor cortarlos de raíz. Creo firmemente en los esfuerzos que como Gobierno hacemos contra la corrupción. Siempre supimos que nos traerían ataques. Estoy segura vendrán más ataques", señaló De Saint Malo en un comentario en la red social Twitter.
EFE