Las elecciones de medio tiempo han puesto en evidencia, una vez más, que la desinformación reina sobre la actividad política en EEUU.
Gustavo Márquez / El Político
Desde hace muchos años, el territorio político es ampliamente abonado por las fake news, para generar matrices de opinión con una distorsión la realidad. Las redes sociales son uno de las plataformas utilizadas para alimentar campañas de intriga, teorías de conspiración, y hasta falsas encuestas sobre las tendencias electorales. Todo con el propósito de generar desconfianza, de confundir, incluso, de cambiar la intención de voto.
Algunos analistas han señalado que con estas campañas de desinformación lo que se pretende es corroer la fe en el voto y en la democracia propiamente dicha. En este sentido, Bhaskar Chakravorti, investigador decano de la Escuela Fletcher de la Universidad de Tufts, ha dicho que: "la desinformación va a ser central para esta elección de mitad de período y central para la elección de 2024. La única narrativa estimulante es que las elecciones de 2020 fueron robadas".
El tema de la desinformación abarca muchos ámbitos. En EEUU es común encontrar hoy informaciones falsas o manipuladas sobre tiroteos masivos, desastres naturales o provocados, la salud pública, la delincuencia, el crimen, la inmigración, la geopolítica, la guerra en Ucrania, teorías de conspiración, el Nuevo Orden Mundial, y muchos otros. Pero el tema de las elecciones y del voto —obviamente— acapara en estos momentos la atención de la ciudadanía.
Las elecciones intermedias significan más desinformación, incluso en español, donde las afirmaciones falsas sobre el fraude electoral, la inmigración y las políticas de género se están diseminando rápidamente en las comunidades hispanohablantes. ?⬇️ https://t.co/rmk3SzJS4Q
— The Hill (@thehill) October 27, 2022
Entre líneas: la contienda
es en las redes
En este sentido, tanto republicanos como demócratas aprovechan el río revuelto (ganancia de pescadores) para posicionarse en la cresta de la ola de las tendencias, en los primeros lugares en los sondeos de opinión, gracias a campañas manipuladas, que buscan seducir a una audiencia confundida, que es presa fácil de las fake news y que son manipulables.
Se trata de una batalla digital, donde la información es poder. Un campo donde el bombardeo es de información dirigida, estructurada, diseñada, para obtener un resultado específico. Una estrategia que viene del área del mercadeo. Allí se construyen campañas promocionales, o de intriga, se fabrican estrategias y se alimentan matrices de opinión, sobre determinados productos, bienes o servicios, con el objetivo final de vender.
Para eso las campañas publicitarias son capaces de desarrollar tendencias, de construir una necesidad, y hasta cambiar los hábitos del consumidor. Lo mismo sucede en el terreno político, donde se corta y se cose todos los días a un candidato, a un partido político, o a una determinada conducta electoral. Al punto de construir o destruir —según sea el caso— la fe en el voto y en el sistema democrático propiamente dicho.
La desinformación sobre las elecciones intermedias en EU se propaga principalmente por redes sociales, advierten expertos.#Latinus #InformaciónParaTihttps://t.co/Kls0aYmVzj
— Latinus (@latinus_us) October 29, 2022
Lo que se dice: ¿es seguro
el voto por correo?
Debido a la pandemia por la Covid 19, en EEUU se incrementó el uso del voto por correo. Y es aquí precisamente donde se han gestado una de las campañas más feroces contra el sistema electoral. Al punto de sembrar desconfianza en el electorado, argumentando que ese voto no tiene garantía de ser contabilizado.
En este sentido, las autoridades electorales se han salido al paso a esta tendencia, afirmando que las boletas electorales por correo son seguras, que el sistema está blindado, que el correo todavía goza de la llamada inviolabilidad de la correspondencia, pues se trata de un principio, y no una mera formalidad de seguridad.
Precisamente, debido al tráfico de fake news en las redes sociales, algunas empresas de tecnología han informado sobre la implementación de nuevas políticas y programas, con el propósito de detectar cualquier información errónea. Incluso Mark Zuckerberg, propietario de Meta, que agrupa a Facebook e Instagram, ha comentado que: "hemos visto cientos de elecciones en nuestras plataformas en los últimos años y hemos estado aplicando las lecciones de cada una, para fortalecer nuestros preparativos".
La desinformación y las noticias falsas, a menudo difundidas por las redes sociales, se han convertido en problemas importantes en EE.UU. https://t.co/Z3IQ8sHKit
— TPR Noticias (@NoticiasTPR) November 2, 2022
Detalle: las redes saben
a qué audiencia manipular
No obstante, se sabe que el tráfico de reclamos falsos en las redes es abrumador. Por lo que se evidencia que hay mucho trabajo por delante, para contener las informaciones erróneas, que puedan influenciar —precisamente— a la población electora. Donde, incluso, entrarían nuevas regulaciones gubernamentales, así como políticas de contenidos más agresivas. Pero esto se acerca peligrosamente a la defensa de la libertad de expresión. Un tema aparte, muy delicado.
En este sentido, Jon Lloyd, asesor principal de la organización sin fines de lucro Global Witness, ha dicho que: "este no es un problema nuevo. Las plataformas de redes sociales, simplemente todavía no están haciendo lo suficiente, para detener las amenazas a la democracia".
Además, hizo referencia a varios anuncios con información falsa sobre las elecciones de medio tiempo, que circulan por la red social TikTok, precisamente la red preferida por los votantes más jóvenes.
El medio @latimes publicó un informe en el que indica el desempeño de algunas redes sociales para detectar información falsa previo a elecciones intermedias en EU. https://t.co/v9JJYmUU15
— Cuestione (@cuestione) November 3, 2022
Una recomendación
Por todo esto es recomendable que al recibir información por redes sociales, se verifique la fuente, el origen, se confirme si hay varios plataformas o canales rebotando la misma información, si está confirmada por medios de comunicación confiables.
También es fundamental verificar la identidad del que publica, si su cuenta es real, si no se trata de un perfil clonado. Hay que leer completo, hay que investigar, hay que indagar si la información recibida es real, antes de rebotarla.
Pero sobre todo, hay que utilizar el sentido común. Se debe leer varias veces la información, y detectar cualquier incongruencia en la redacción, las faltas de ortografía, las imágenes o videos que les acompañan, que pueden ser falsos o extemporáneos. Si se tiene el cuidado de investigar, es mucho lo que se puede lograr para detener el flujo de información falsa, sobre todo en plena contienda electoral, donde se necesita estar bien informado. ¡Hay que combatir la desinformación!
A medida que se acercan las elecciones intermedias, los investigadores y académicos avisan que la desinformación en las comunidades latinas se está generalizando y que cada vez es más difícil de separar la información errónea del discurso político. https://t.co/WMCPboG7ye
— Vox (@voxdotcom) September 21, 2022