A Nicolás Maduro, puede acusársele de incapaz, de no poder resolver ninguno de los grandes problemas que tiene su pueblo, pero está atornillado en el poder. Para mantenerse en él hace cualquier cosa como imposibilitar el referéndum revocatorio.
El Político
Al igual que a Daniel Ortega, o que al ídolo de los dos, Vladimir Putin, sin que le tiemble el pulso toma las decisiones que se requieran para mantenerse en el mando. Aún cuando ello signifique un desafío al mundo democrático. Lo que los demás digan a ellos no les importa.
Un revocatorio muerto antes de nacer
Un sector de la oposición venezolana, avalado por la Constitución Bolivariana, tuvo la idea de que era menester pedir un revocatorio para Nicolás Maduro.
Al principio pareció una simple ilusión que no sería siquiera aprobada por el Consejo Nacional Electoral, de mayoría abiertamente madurista.
Pero vinieron las elecciones de Barinas, y ante el asombro de todo el mundo, el chavismo sufrió una derrota espectacular. Que dejó en claro que la gente ya está cansada del régimen.
Fue así como se decidió introducir la petición del revocatorio al CNE. Para sorpresa de todos sin titubear lo aprobó.
¿Qué había pasado?
Maniobra maldita
Apenas en una semana el CNE aprobó fecha, condiciones y cronograma.
Estableció que el 26 de enero la oposición deberá recoger el 20% de las firmas del padrón electoral de cada estado para manifestar su voluntad de activar el revocatorio. El padrón electoral es de 21 millones de votantes registrados.
Para ello se habilitarán 1.200 centros de recolección de firmas en todo el país.
El CNE señaló que si «en esta etapa de recepción» se logra este número de manifestaciones, organizará entonces el Referendo Revocatorio. De lo contrario, «se dará por finalizado el proceso».
Sólo los rectores maduristas lo aprobaron
Solo tres rectores, los chavistas, acordaron los términos del proceso ante el rechazo que manifestaron los dos rectores restantes como Roberto Picón y Enrique Márquez.
En su protesta, el rector Picón consideró de inviable la convocatoria.
"No es factible el cronograma de recolección de firmas para el revocatorio. Se tendrían que procesar cinco electores por minuto, por 12 horas, en todas las máquinas del país, sin margen de error".
La dictadura no cuida ni la forma
El presidente interino Juan Guaidó señaló que la dictadura "ni la forma cuida".
"Se evidencia que son minoría y siguen robándonos el voto.¿Cuál es el miedo Maduro? Ni unas firmas permites con un CNE secuestrado por ti. Estás más débil de lo que cualquiera cree. Temen que Venezuela sea Barinas".
César Pérez Vivas, ex gobernador de Táchira y representante del Movimiento por el Revocatorio (Mover), uno de los tres solicitantes del referéndum, dijo que es "una bufonada"
"Anunciar para el próximo miércoles la apertura de 1.200 centros de recaudación de manifestaciones de voluntad para que 20 millones de ciudadanos puedan ejercer su derecho. Eso es como colocar 1.000 litros de agua en un recipiente de 5 litros".
Nicmer Evans, representante de Mover denunció que el CNE habilita planillas para testigos en los centros de recolección "sin que sepamos los centros ni que seamos notificados formalmente sobre el tema… El chiste se cuenta solo".
No habrá revocatorio ni nada
Las organizaciones solicitantes van a impugnar el anuncio del CNE para mejorar las condiciones del proceso y poder llevarlo según un cronograma.
Todo el mundo sabe en Venezuela que nadie les hará caso. Que el CNE anunciará que no hubo revocatorio porque la oposición fue incapaz de reunir las firmas. Así de simple.