Corea del Norte reconoció este jueves sus primeros casos oficiales de Covid, tras más de dos años de aislamiento desde el estallido de la pandemia.
El Político
Kim Jong-un reaccionó activando la "alerta máxima" y ordenando el confinamiento de todo el país, cuyos 25 millones de habitantes no han recibido vacuna alguna a causa de las reticencias del régimen.
El líder también convocó una reunión de emergencia de la cúpula del Partido de los Trabajadores. Durante el encuentro, Kim se comprometió a superar "la más seria de las crisis" y urgió a los mandatarios a ejecutar las medidas de prevención con la máxima firmeza.
"Nuestro enemigo más poderoso, por encima del maléfico virus, es el miedo acientífico, la falta de fe y una voluntad débil", proclamó en declaraciones ofrecidas por la agencia oficial de noticias KCNA.
Sin mascarilla
El joven dictador, que nunca ha usado mascarilla en público, no hizo hoy una excepción. A diferencia del resto de asistentes.
Las autoridades norcoreanas detronecta el brote tras llevar a cabo este domingo un análisis entre pacientes con fiebre en Pyongyang, cuyos resultados mostraron la presencia del subtipo BA.2 de la variante Ómicron. Aún más contagioso que el original.
Los medios estatales no revelaron el número de casos activos, pero de su información se deduce que son varios los pacientes infectados.
La identificación de este foco supone una alarmante noticia en un país que hasta ahora aseguraba no haber detectado ningún caso tras cerrar sus fronteras a bienes y personas de manera drástica a principios de 2020. Afirmación puesta en duda por organizaciones internacionales.
Corea del Norte también rechazó las vacunas. La partida remitida por Covax permanece pendiente de entrega, pues el régimen no aceptó las condiciones de la institución dependiente de la Organización Mundial de la Salud.
Corea del Norte…la gran incógnita
Resulta complicado conocer con exactitud la gravedad de la situación sobre el terreno en Corea del Norte. ONGs e instituciones internacionales abandonaron el país a principios de 2022 cuando este cortó toda comunicación con el mundo exterior.
El Programa Mundial de Alimentos calculaba que, ya antes de la pandemia, 11 millones de personas o más de un 40% de la población padecía desnutrición y requería de asistencia humanitaria.
Un desastre al que ahora se une la pandemia entre una población sin vacunar.
Fuente: Agencias