Kiev y los separatistas prorrusos aplazaron, por segundo día consecutivo, la separación de sus fuerzas en dos de las tres áreas en las que se comprometieron a hacerlo en una reciente reunión en Minsk, donde negocian la paz para el este de Ucrania.
Tras dos intentos fracasados de cumplir con el acuerdo, que debía efectuarse ayer sábado, las partes han aplazado hasta mañana el repliegue de todas sus tropas y armamento, incluido el ligero, emplazados en torno a las localidades de Luganskaya, en la región de Lugansk, y Petróvsoye, en la vecina Donetsk.
La nueva fecha fue consensuada con la mediación de la misión internacional de observadores de la OSCE desplegada en la zona del conflicto.
El portavoz de las tropas de Kiev, Andréi Lisenko, acusó este sábado a los rebeldes de atacar con lanzagranadas las posiciones gubernamentales en la zona de Lugánskaya, lo que explicaría la negativa de las autoridades ucranianas de retirar todas sus tropas y armamento de la zona.
La separación de las fuerzas sí empezó ayer en la localidad de Zolotóe, la tercer área contemplada en el acuerdo firmado el pasado 21 de septiembre.
Las negociaciones de paz entre Kiev y los rebeldes están estancadas, entre otras cosas, por la falta de acuerdo sobre las elecciones en las zonas controladas por los separatistas, ya que Kiev exige garantías de seguridad y la presencia de observadores internacionales.
También demanda el control de la frontera entre las regiones de Donetsk y Lugansk y el territorio ruso, mientras Moscú y los sublevados piden a Kiev que apruebe antes una ley que otorgue altas dosis de autonomía a las zonas separatistas.
Con información de EFE