El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, condenó hoy el "cobarde" ataque de diez horas en la Universidad Americana de Kabul, y aseguró que sus responsables no lograrán su objetivo de "entorpecer la causa de la paz" en Afganistán.
"Este ha sido un asalto cobarde contra académicos motivados y con talento, tanto los profesores como los estudiantes, que estaban dedicados a un futuro mejor y más próspero para Afganistán, además de contra el personal policial y de seguridad que ayudan a que ese futuro sea posible", dijo Kerry en un comunicado.
"Aunque se llevó varias vidas inocentes y alteró otras, este ataque fracasará a la hora de cambiar ese camino o entorpecer la causa de la paz en el país", añadió.
El ataque costó la vida a 17 personas, entre ellas siete estudiantes y un maestro, y fue el segundo en menos de un mes contra la Universidad Americana, donde a comienzos de agosto un grupo de hombres armados no identificados secuestró a dos profesores, uno estadounidense y otro australiano.
"La Universidad Americana de Afganistán seguirá siendo un faro de esperanza para todos los afganos y Estados Unidos seguirá del lado de nuestros aliados a medida que afrontan la amenaza del terrorismo, luchan por la paz y se educan", sostuvo Kerry.
La principal agencia de inteligencia afgana, el Directorio Nacional de Seguridad (NDS, en inglés), advirtió que sus investigaciones apuntan a que el ataque fue preparado al otro lado de la frontera, en referencia a Pakistán, al que Kabul culpa de forma reiterada de permitir a los insurgentes refugiarse en su país.
Preguntada hoy al respecto, una portavoz del Departamento de Estado, Elizabeth Trudeau, dijo que por ahora no podía hacer comentarios sobre "la responsabilidad del ataque", aunque alentaba "a los Gobiernos de Afganistán y Pakistán a trabajar juntos".
"Hemos expresado al Gobierno de Pakistán, a menudo y al más alto nivel, nuestras preocupaciones sobre la necesidad de que nieguen el refugio a los extremistas", afirmó Trudeau.
EFE