Los asesores y aliados de Trump temen que el juicio político (impeachment) del exmandatario se transforme en una verdadera pesadilla de relaciones públicas y empantane la ruta de la candidatura presidencial para el 2024.
El Político
El asalto al Capitolio el pasado 6 de diciembre es la piedra en el zapato que los aliados de Trump buscan que el equipo defensor del mandatario evada a toda costa cuando desplieguen sus estrategia de defensa en el juicio polìtico.
Aunque resulta poco probable que condenen a Donald Trump, un juicio televisivo en el que se repitan las imágenes de la turba en la sede del poder legislativo y las vincule con su discurso previo podrían resultar demoledoras para su reputación y aspiraciones en el 2024 según POLITICO.
Los demócratas de la Cámara de Representantes acusan a Trump de incitar ese mismo día a los alborotadores en un mitin.
Estrategia de la defensa de Trump
El ex presidente ya está perdiendo apoyos dentro del Partido Republicano. Recientes encuestas públicas muestran un fuerte descenso del apoyo entre los votantes republicanos a una posible candidatura de regreso de Trump en 2024.
"Los demócratas tienen un caso muy emocional y convincente", dijo el ex estratega jefe de la Casa Blanca Steve Bannon. "Van a intentar condenarlo a los ojos del pueblo estadounidense y desprestigiarlo para siempre".
El equipo legal de Trump parece tener temores similares de que los procedimientos de la próxima semana se conviertan en un recuento de alto perfil de los disturbios y el papel del expresidente en ellos.
Para evitar que eso ocurra, sus abogados han centrado su caso en si es constitucional impugnar a un presidente después de que haya dejado el cargo.
También planean argumentar que no participó en la insurrección, diciendo que su encendido discurso en la elipse de la Casa Blanca estaba protegido por la Primera Enmienda, sin permitirse una larga discusión sobre lo que ocurrió el 6 de enero.
"No necesitamos centrarnos en el 6 de enero porque esto es inconstitucional", dijo una persona familiarizada con la estrategia, que no estaba autorizada a hablar públicamente. "Hay un montón de argumentos técnicos legales que se van a discutir".
Juicio corrosivo
La preocupación entre los aliados de Trump de que el juicio sea una reliquidación de los sucesos del Capitolio subraya el grado en que la próxima semana es vista como un asunto de relaciones públicas para el ex presidente obsesionado con la imagen.
Algo que quedó en evidencia en la carta en la que rechazaron la petición de comparescencia de lo gestores del impeachment de la Cámara de Representante para Trump testifique en el juicio. Los abogados del ex presidente se refirieron a la solicitud como un "truco de relaciones públicas."
Aun así, poco puede hacer el equipo de Trump para evitar que el juicio se desvíe hacia la discusión del 6 de enero. Es probable que los gestores del impeachment se centren intensamente en los disturbios. Podrían, de hecho, llamar a testigos para que declaren sobre lo ocurrido.
Antes de que eso ocurra, los principales republicanos han empezado a advertir que los demócratas están tratando de anotarse puntos políticos en lugar de abordar cuestiones constitucionales de fondo.
Centrarse en el tema constitucional
"Creo que todos sabemos lo que ocurrió allí, y creo que fue una imprudencia", dijo el senador John Cornyn, republicano de Texas, sobre el discurso de Trump y el asalto al apitolio. "Pero creo que los demócratas están queriendo hacer una declaración en lugar de proporcionar un proceso justo. Por el cual esto podría realmente ser considerado de una manera constitucional".
Personas familiarizadas con la estrategia de Trump dicen que sus abogados defensores, David Schoen y Bruce Castor, esperan mantener el juicio "corto y sin complicaciones".
Aspiran evitar el debate sobre si los comentarios de su cliente en la manifestación "Stop the Steal" fuera de la Casa Blanca califican como discurso de incitación. De este modo evaden legitimar los argumentos de la fiscalía centrándose en el 6 de enero. En cambio, planean mantener su defensa estrechamente adaptada a la cuestión de la constitucionalidad.
Fuente: POLITICO