A pocas horas del inicio del segundo Juicio político (impeachment) a Donald Trump empiezan a aflorar los aspectos en los cuales coinciden republicanos y demócratas.
El Político
De acuerdo a un análisis de POLITICO hay dos puntos en los cuales parece haber acuerdo en torno al impeachment: la mayoría de los senados quiere un juicio rápido y que el expresidente se retire.
Pero hasta allí llegan las coincidencias. Demócratas y Republicanos difieren en relación al cómo y al porqué.
Juicio (impeachment) rápido
Los demócratas ya están apuntando un juicio (impeachment) acortado que se base a la citación de testigos. A muchos en el partido les preocupa que el ejercicio de esta semana distraiga la agenda legislativa y de gobierno del presidente Joe Biden, especialmente si se alarga.
El senador Chris Coons (D-Del.), quizás el confidente más cercano de Biden en el Senado, dijo que durante su reunión de una hora con el presidente la semana pasada, "no hablamos de impugnación". Biden, dijo Coons, está "implacablemente centrado" en el alivio del coronavirus a los estadounidenses, así como en la lucha contra China y Rusia.
Coons fue uno de los pocos senadores demócratas que se opuso a la idea de que los responsables del impeachment en la Cámara de Representantes trataran de llamar a Trump como testigo para el juicio, calificándolo de "idea terrible." El demócrata de Delaware, como muchos otros en el partido, está ansioso por que el juicio quede en el espejo retrovisor del Senado.
También los republicanos quieren que el juicio(impeachment) sea lo más rápido -y menos doloroso- posible. Aparte de argumentar que el proceso es inconstitucional, no han montado una defensa sustantiva de las acciones de Trump. Muchos de ellos ya han dicho públicamente que creen que la retórica de Trump fue imprudente e irresponsable.
Aunque en ambos partidos quieren pasar la página de Trump y forzar su retiro polìtico, difieren en el cómo.
Lo que quieren los demócratas
Los demócratas consideran que la mejor manera de lograr ese objetivo es votar para condenar a Trump por incitar a la insurrección del 6 de enero y prohibirle volver a ocupar el cargo.
Para los demócratas, un relato elevado de los acontecimientos del 6 de enero es la siguiente mejor opción para sancionar moralmente aún más a Trump, dado que luce poco probable una condena en el juicio polìtico (impeachment).
Mientras los líderes del Senado siguen regateando los parámetros del juicio, es probable que los encargados del impeachment en la Cámara de Representantes puedan utilizar vídeos y otros elementos visuales para exponer su caso, una seria ventaja para los demócratas dado que gran parte de su caso se basa en las declaraciones públicas de Trump y otras imágenes disponibles de los disturbios en el Capitolio.
"Una de las razones más poderosas para un juicio en este caso es la difusión pública de los delitos realmente atroces de Donald Trump y su intención criminal", dijo el senador Richard Blumenthal (demócrata por Connecticut), ex fiscal y procurador general del estado. "Un juicio (inpeachment) airea un retablo de pruebas y evidencias que puede cambiar la forma en que la gente piensa sobre… el individuo que está siendo juzgado. Incluso cuando alguien es absuelto, puede seguir siendo perseguido por los hechos que salen a la luz en un juicio".
"Creo que este juicio nos dirá lo que el GOP quiere ser en adelante", añadió la senadora Elizabeth Warren (demócrata de Massachusetts). "Donald Trump no acaba de caer del cielo. Todo lo que él representa tiene sus raíces en versiones anteriores del Partido Republicano".
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Lo que quieren los republicanos
Por su parte los republicanos ven el resultado del juicio, que comienza el martes, como un reflejo de la viabilidad e influencia de Trump en el GOP de cara al futuro. Y creen que una condena simplemente envalentonaría a Trump. Además enfurecería a su base de una manera que perjudicaría al partido en 2022 y 2024.
"Hace un trabajo bastante bueno de ser una víctima", dijo de Trump un senador del GOP, que pidió el anonimato. "Si fuera condenado, habría un alboroto entre sus partidarios. Y probablemente los energizaría".
Para condenar a Trump se requeriría el apoyo de al menos 17 senadores republicanos.
Por supuesto, los republicanos no quieren celebrar un juicio a un ex presidente. En primer lugar argumentan que no es una potestad constitucional del Senado. Una posición legal que sustenta la estrategia de defensa de Trump contra la acusación de la Cámara de que incitó voluntariamente la insurrección en el Capitolio.
De cara al juicio, los republicanos pronostican que no más de un puñado de senadores del GOP se unirán a los demócratas para votar la condena de Trump. Especialmente luego que el mes pasado apenas 45 de los 50 republicanos de la cámara votaran una propuesta en la que alegaron que el Senado no tiene jurisdicción sobre un ex presidente.
Los republicanos, sobre todo los que están nerviosos por la continuidad del dominio de Trump en el GOP, simplemente no quieren provocarlo.
Sin embargo, los aliados de Trump ya temen el juicio. Tienen miedo de que una discusión pública de los sucesos del 6 de enero pueda dañar a Trump a largo plazo. Los senadores del GOP reconocieron esos riesgos para Trump. Incluso cuando el juicio se perfila como un referéndum sobre su posición en el partido.
El 6 de enero una turba pro-Trump irrumpió en el Capitolio después de que el entonces presidente se reuniera con ellos en un mitin frente a la Casa Blanca.
Temores republicanos
"Se va a ventilar tan públicamente como sea posible, y se basa en eventos recientes", dijo el senador Mike Braun (Rep- Ind). "Así que creo que cómo sale de esto, cómo se reconstruye, no estoy seguro de hacia dónde va. Eso dependerá de él".
Los republicanos ya han señalado su malestar con los abogados de Trump. Quienes en una primera presentación la semana pasada adelantaron el argumento del expresidente de que le robaron las elecciones.
Hay una preocupación generalizada entre los republicanos de que los argumentos en el pleno del Senado se conviertan en una re-litigación de las falsas acusaciones de Trump sobre el fraude electoral. Una discusión que los senadores del GOP no están interesados en tener. La mayoría de ellos tratan de esquivarlo.
Centrarse en una defensa de procedimiento, sin embargo, permite a los republicanos defender a la figura más popular de su partido sin tener que justificar la supuesta conducta en el centro del caso de destitución de la Cámara.
No todos quieren el retiro de Trump
Para el senador Lindsey Graham (republicano), Trump va a ser un líder viable del Partido Republicano. "Es muy popular. Y va a ser absuelto". Graham fue un confidente de Trump que le ayudó a organizar su equipo de defensa.
Por supuesto, no todos los republicanos quieren que Trump se desvanezca en el fondo. Varios senadores del GOP se han beneficiado directamente en lo político del respaldo de Trump. Por lo que ven poco o ningún inconveniente si el ala del partido de Trump se impone en los próximos años.
De hecho, algunas de sus fortunas políticas dependen de la participación continua de Trump en el partido. Especialmente dado su gran impacto en la participación entre la base del GOP. Y a muchos de esos mismos republicanos les preocupa que algunos de los votantes de Trump no acudan a las urnas cuando él no esté en ellas.
"Creo que esta idea de que los republicanos del Congreso odian secretamente a Trump es una ficción parcial", dijo el senador Chris Murphy (D-Conn.). "Creo que a muchos de ellos les ha ido muy bien con él y su movimiento, y no están deseando que desaparezca".