Los Juegos Internacionales del Ejército no son un invento nuevo. Los organiza la Federación Rusa desde 2015, y este año incluye a Venezuela, cuyo régimen de manera generosa, dispuso que el país fuese la sede por vez primera.
Mario Augusto Beroes Ríos/El Político
También China, que a veces, copia las malas ideas rusas, creó sus propios Juegos de Guerra y los desarrolla en esta oportunidad con el Reino de Tailandia. Para los expertos, esto es una manera "olímpica" de vender armamento y de establecer o solidificar relaciones comerciales por parte de estos países.
Venezuela la sede
Los Juegos Internacionales del Ejército fueron iniciados en 2015 por el Ministerio de Defensa ruso. En 2022 se celebran del 13 al 27 de agosto en los territorios de 12 países.
Según el ministerio ruso, 275 equipos de 37 países han confirmado su participación en un total de 36 competiciones.
Este año participan por vez primera equipos de las naciones africanas de Niger y Ruanda.
Latinoamérica, y en este caso Venezuela, es sede de dichos "juegos" por vez primera, donde destacan competencias de biatlón de tanques, carreras entre soldados de infantería, ejercicios con francotiradores y cálculo de artillería.
La pregunta que queda en el aire es si dicha competencia ¿es una provocación, peligro real o simplemente un concurso anacrónico?
¿Por qué organiza Rusia este tipo de concurso militar?
El esfuerzo es gigantesco, pero el ejército ruso, golpeado por una desastrosa invasión a Ucrania, no puede presentar su mejor cara en estas actividades.
Por una vez, no se trata de Siria, ni de desplegar demasiados soldados en una maniobra y violar tratados internacionales, como sucedió en 2017 con la maniobra Zapad, en la frontera con los estados de la OTAN en el Báltico.
Según el ministro de defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, "los soldados rusos demuestran lo que pueden hacer con sus armas; la población puede estar orgullosa de ellos y la Federación Rusa gana con estos juegos cada año más amigos".
Entre los países participantes dominan aquellos con gobiernos autoritarios como China, Irán, o las exrepúblicas soviéticas.
Por Hispanoamérica destacan Venezuela, Nicaragua y Cuba, todas con fuertes dependencia del gobierno tiránico de Vladímir Putin y que han participado en varias ocasiones..
¿Existen similares en Occidente?
En la OTAN solía haber concursos militares similares.
La competencia de tanques del Trofeo del Ejército Canadiense se celebró por primera vez en Münster, en la Baja Sajonia, luego en Grafenwöhr, en Baviera, y por última vez en 1991.
Otro concurso de este tipo fue el "Strong Europe Tank Challenge" en Alemania, del que solo hubo tres ediciones, en 2016, 2017 y 2018.
También existen los campeonatos italianos de esquí de tropas de montaña (CaSTA). Se trata de una competencia militar de deportes de invierno con participación internacional. En ediciones pasadas participaron equipos de Chile y Argentina.
De todos modos, ninguno de esos campeonatos es comparable con el mega evento ruso que claramente incluye motivos políticos y propagandísticos.
Washington guarda silencio
El contexto internacional preocupa que estos juegos se realicen en Hispanoamérica, más tomando en cuenta que Rusia inició una guerra de agresión contra Ucrania.
Celebrar unos "juegos olímpicos" que glorifican todo lo militar se puede calificar por lo menos como de mal gusto.
Voceros en Colombia y Estados Unidos, sostienen que estos regímenes se están uniendo y preparándose para hacer una fuerte declaración de que la región está lista para abrazar la fuerza multipolar.
La preocupación general es que este tipo de acciones militares amistosas abren la puerta a cooperaciones militares más serias y a profundizar las relaciones entre Irán, China, Rusia y ciertos países en América Latina.
Según el director del instituto Secure Free Society, Joseph Humire, existe el peligro de que al "normalizar los movimientos militares de los adversarios de Estados Unidos en el Caribe, debilitemos la legitimidad moral de las democracias en América Latina."
Sin embargo, en los medios europeos o tradicionales estadounidenses, los Juegos Internacionales del Ejército solo atrajeron cierta atención mediática en su primera edición en 2015.
Básicamente porque un biatlón de tanques pintados en colores llamativos no se suele ver todos los días. ¿Pasará en Venezuela lo mismo?