Un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Circuito Noveno de Estados Unidos estudia desde este martes la petición del Gobierno de restituir el veto del presidente Donald Trump a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y a todos los refugiados, que está suspendido judicialmente desde el viernes.
Los magistrados, dos demócratas y uno republicano, aseguraron una vez finalizada la audiencia en la que las partes presentaron sus argumentos que tomarán una decisión sobre restituir o no el veto "lo antes posible", sin especificar fechas.
Aunque el tribunal tiene su sede en San Francisco (California), la vista se celebró vía telefónica con conexiones con Washington para dar voz a los abogados del Gobierno de Trump y con la ciudad de Seattle para que presentaran sus argumentos los estados litigantes.
En el centro de la controversia está la polémica medida de Trump adoptada el pasado 27 de enero con la que suspendió durante 120 días el programa de acogida de refugiados y frenó durante otros 90 días la emisión de visados para ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen.
El representante del Gobierno, el abogado August Flentje, pidió al panel de jueces que restituya el veto de Trump porque la suspensión que rige desde el pasado viernes por orden de un juez federal causa un "daño irreparable" al país.
Los jueces se mostraron muy hostiles con Flentje y le pidieron que argumentara su alerta sobre un "daño irreparable" así como el mismo veto.
Flentje respondió que el veto es constitucional y que encaja dentro de los "poderes presidenciales", argumentó además que los siete países afectados fueron clasificados por el anterior Gobierno de Barack Obama como naciones de riesgo por terrorismo.
El único magistrado conservador del panel, Richard Clifton, nominado por el expresidente George W. Bush, llegó a definir los argumentos de Flentje como "bastante abstractos".
La media hora que tuvo Flentje precedió a los 30 minutos que el panel dio a Noah Purcell, abogado del estado de Washington, uno de los litigantes junto a Minesota contra las medidas de Trump.
Purcell alertó a los magistrados que de restituir el veto pueden verse afectados de nuevo residentes permanentes en Estados Unidos y que eso "lanzaría al país al caos".
De acuerdo con el letrado, aunque la Casa Blanca reinterpretó el veto de Trump para dejar fuera de él a los residentes permanentes, eso depende tan solo de la voluntad del Gobierno y con la orden ejecutiva activa podrían volver a cerrarles las fronteras.
"Hasta que cambien la orden para hacerla clara como el cristal, ellos (el Gobierno) no pueden decir simplemente, ‘Bueno, esto ya no les afecta, así que no se preocupen'", dijo el abogado.
El representante de Washington y Minesota también aseguró que el veto discrimina a los musulmanes, un argumento que enfrentó muchas preguntas del magistrado Clifton por la clasificación de países en riesgo por terrorismo elaborada por el Gobierno de Obama.
"¿Afirma usted que la decisión del anterior Gobierno y del Congreso tuvo motivos religiosos?", cuestionó Clifton.
El recurso presentado por Washington y Minesota propició que el juez federal James Robart bloqueara el pasado viernes la orden del presidente a la espera de revisar con profundidad el fondo de la petición, un fallo que supuso el primer gran revés para el Gobierno de Trump.
El sábado pasado, el Gobierno de Trump inició un proceso de apelación al fallo de Robart acompañado de una petición de urgencia al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito para que restableciera el veto, una solicitud que fue rechazada, en un segundo revés para el mandatario.
Si el panel vuelve a rechazar la petición del Gobierno, es muy posible que la batalla legal llegue hasta el Tribunal Supremo.
Una encuesta elaborada por la Universidad de Quinnipiac difundida hoy reveló que el 60 % de estadounidenses se opone al veto, mientras que un 37 % la apoya.
EFE