El comité organizador de los JJOO de Tokio despidió el jueves al director de la ceremonia de apertura debido a una broma sobre el Holocausto que hizo durante un programa de comedia en 1998.
El Político
La presidente del comité organizador Seiko Hashimoto anunció un día antes de la ceremonia inaugural que el director Kentaro Kobayashi había sido despedido. Se le señaló por hacer una broma sobre el Holocausto en su acto de comedia, empleando la frase “Juguemos al Holocausto”.
“Nos enteramos que el señor Kobayashi, en su presentación, usó una frase que ridiculizaba una tragedia histórica”, dijo Hashimoto. “Nos disculpamos profundamente por causar esta situación un día antes de la ceremonia de apertura y generar problemas y malestar a muchas partes involucradas, así como a la gente de Tokio y al resto del mundo”, reportó Ezanime.
JJOO Tokio con varios problemas
A inicios de esta semana, el compositor Keigo Oyamada, cuya música iba a ser usada en la ceremonia, debió renunciar tras ser duramente criticado por hostigar a sus compañeros de clase durante su infancia, incluyendo aquellos con discapacidad.
Oyamada habló sobre el abuso en entrevistas que concedió a revistas japonesas en la década de 1990. El segmento de su música no será usado.
Poco después que un vídeo y transcripción de la presentación de Kobayashi fueron revelada, las críticas abundaron en las redes sociales.
“Cualquier persona, sin importar cuán creativa sea, no tiene derecho a burlarse de las víctimas del genocidio nazi”, dijo el rabino Abraham Cooper, decano adjunto y director de acción social global del Centro Simon Wiesenthal, un grupo defensor de los derechos humanos en Los Ángeles. También mencionó que los nazis gasearon a los alemanes con discapacidades.
Rebelión contra los JJOO
Los esfuerzos del gobierno por impedir un aumento en los contagios del coronavirus restringiendo el consumo de alcohol durante los JJOO de Tokio tropiezan con la indiferencia y la frustración de los residentes de la ciudad tras más de un año de pandemia y contradicciones.
La municipalidad de Tokio pidió a los bares y restaurantes de la capital que cierren a las ocho de la noche para impedir que la gente socialice y mantenga un contacto estrecho con desconocidos, pero el estado de emergencia decretado por las autoridades no frena a muchos, reportó AP.
Los bebedores se instalan afuera de los locales y muchos bares de esta ciudad con una intensa vida nocturna se llenan de clientes desafiantes.
“Nadie se convence cuando (el gobierno) victimiza a quienes beben alcohol sin demostrar prueba científica decente alguna, mientras que al mismo tiempo sigue adelante con los juegos olímpicos”, expresó Mio Maruyama, empleada de 28 años del sector de bienes raíces, mientras conversaba con colegas en el barrio de Shinjuku.
Comité Olímpico Internacional a la expectativa
“No es que estemos violando las reglas por el simple hecho de cuestionar la inconsistencia entre las palabras y las acciones de los políticos”; declaró aludiendo a una recepción de 40 personas organizada por el Comité Olímpico Internacional el domingo; a la que fueron el primer ministro y la gobernadora de Tokio.
La recepción del COI se produjo en momentos en que el público tenía prohibido ir a fiestas e incluso asistir a los eventos olímpicos. A muchos japoneses les molesta sobremanera ese contraste. Y no se están quedando en casa.
Alrededor de las nueve y media de la noche en Shinjuku, la terminal de trenes más transitada del mundo estaba llena de gente, reportó NPR.
Había menos personas que en épocas normales, pero abundaban las luces de neón en los barrios con bares; y restaurantes que permanecían abiertos después de las ocho.