Los casos de dopaje de atletas rusos siguen causando estragos. Tal es el caso de Kamila Valieva, patinadora de 15 años de edad, que le siguen apareciendo rastros de otros medicamentos.
El Político
La caso de Valieva, que había ganado en los Juegos Olímpicos de Pekín por equipos y el individual lo tenía casi en el bolsillo, no solo dio positivo por trimetazidina, sino también por otras sustancias.
El laboratorio de Estocolmo, encargado del control antidoping, habría detectado otros dos medicamentos para el corazón en la sangre de Valieva: hipoxeno y L-carnitina.
Reporta AS que pese a ser dos sustancias que no están entre las prohibidas por la agencia antidopaje su combinación con el ‘modulador del metabolismo’ sí podría aportar beneficios físicos como apunta Travis Tygart, director general de la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA): "La unión de los tres parece estar destinada a aumentar la resistencia, reducir la fatiga y promover una mayor eficiencia en el uso de oxígeno". Además, de demostrarse la existencia de más fármacos la defensa del ROC, basada en una coartada que explicaba que habría podido beber del mismo vaso que su abuelo, y que convenció al TAS para permitirle competir para evitar un "daño irreparable" en "una persona protegida" por ser mejor de 16 años quedaría muy cogida por pinzas.
Valieva, que dominó con solvencia el programa corto individual pese estar "emocionalmente cansada", está en una diatriba que enfrenta a todos los organismos e incluso a varios países.
El COI ya anunció que no habrá ceremonia de entrega de medallas si la rusa está en el podio y ha dejado sin fecha la de equipos que se celebró el 7 de febrero.
Decisión del tribunal
"El COI, en consulta con los atletas y los interesados, organizará ceremonias dignas de entrega de medallas una vez que se haya concluido el caso de la Sra. Valieva", explicaban en un comunicado. "La situación con Kamila es un gran escándalo para nuestro deporte. ¿Por qué Rusia comete tantos errores? ¿Cuántas medallas hemos perdido por el dopaje? ¡Unas 40!", decía Irina Rodnina, mito ruso de la especialidad.
La decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo sobre el ‘caso Vadieva’ de permitirla competir pese al positivo echó gasolina y recrudeció la guerra abierta de Rusia con EE UU, el COI y la AMA. Mañana la campeona de Europa podría certificar su segundo oro en los Juegos de Pekín y aunque no lo recibirá tampoco, ya que quedará en suspenso hasta que el caso probablemente regrese al TAS para juzgarse completo con toda la documentación, dejará un precedente y una imagen dañina para el deporte que, de nuevo, permitirá a los tribunales decidir el resultado de una competición. Rusia, por su parte, insiste en la inocencia y pese a estar sancionada por dopaje de Estado, razón por la que no pueden competir con su bandera y su himno, no da señales de arrepentimiento de lo sucedido en el pasado.
Fuente: AS