El eterno rebelde del partido laborista que no ocultó durante décadas su aversión a un proyecto europeo que consideraba un obstáculo para el socialismo formará parte de la salida, al apoyar un proceso electoral, y se perfila como un futuro primer ministro.
El Político
La ambiguedad ha sido su aliada, mientras otros politico británicos creen que apoyar el Brexit es consolidar al partido conservador y a su ministra boris Johnson, Corbyn le tiende una mano y facilita una elecciones, y tiene el cuidado de escoger otra fecha el 9 de diciembre, lo que facilita la participacion de los jóvenes opuestos a la salida de Europa.
ResHoy Jeremy Corbyn es el líder del Partido Laborista. El enredo en el que el Brexit ha sumido al gobernante partido conservador proporciona al veterano socialista verdaderas opciones de convertirse en primer ministro. Y desde el parlamento el líder laborista defiende que el Brexit es “el mayor reto que existe ahora en la política británica”.
El laborismo de Jeremy Corbyn lleva desde el principio pasando de puntillas sobre el Brexit. La ambigüedad es la única manera de mantener unidos a un partido y un electorado, igual que los de los tories, enormemente divididos.
El laborismo social demócrata debe hacer malabares entre los dos bloques sociales que conforman su electorado: la clase obrera de ciudades pequeñas, recelosa de la inmigración, que apoyó el Brexit; los jóvenes urbanitas, naturalmente europeístas.
Abandonar la ambigüedad supondría perder el apoyo de un sector del electorado. “Somos el único partido que puede unir a quienes votaron por el Brexit y quienes votaron por la permanencia”, dijo Corbyn en Brighton. Pero contentar a todos solo se consigue sin decantarse por nada.
Hasta ahora la inconcreción en el Brexit parece haber funcionado. En las elecciones de junio decidieron esquivar el tema en la campaña y, por ello o a pesar de ello, salieron enormemente reforzados. Pero, a medida que avanzan las negociaciones, cada vez es más difícil mantener la ambigüedad.
Pero en una jugada magistral apoyan las elecciones en diciembre, y dejan que sea la gente, esos pobres, esos estudiantes mas los arrepentidos, quienes sean los que escojan la mejor salida. Ya han tenido tiempo para pensar en las ventajas y las desventajas de un divorcio con Europa-
Lo cierto es que el Partido Laborista necesitaría 64 escaños para obtener la mayoría en las próximas elecciones, y los que tiene más al alcance se dividen, en mitades, entre los que apoyaron la permanencia y los que apoyaron el Brexit.
Quienes defienden que Corbyn debería abrazar sin matices un Brexit suave esgrimen una encuesta reciente, que revela que el 86,7% de los votantes del partido es partidario de que Reino Unido permanezca en el mercado común. El 49%, según la misma encuesta, opina que “definitivamente” debía haber otro referéndum sobre el acuerdo que se alcance con Bruselas. Y sobre esos números decido Corbyn.
Los partidarios de que el laborismo no se resista a una salida limpia de la UE, por su parte, recuerdan que dos tercios de los diputados del partido representan a circunscripciones que votaron por el Brexit. También hay quien cree que la UE es un freno para el proyecto de Corbyn y, por tanto, hay que alejarse sin matices.
El partido ha pedido al líder en una carta abierta que convirtiera al laborismo en defensor de el mercado común y la unión aduanera. El mismo díael movimiento popular de apoyo a Corbyn, enviaba un mail a los delegados sugiriéndoles las cuatro mociones que debían proponer para debatir en el congreso. Todas tan relevantes –sanidad, vivienda, asistencia social y nacionalización de los trenes- como carentes de conflicto interno. Nada de Brexit. El congreso se quedaba sin oportunidad de debatir la política oficial del partido sobre el asunto más importante de cuantos afectan al país. Por eso apelan a las elecciones, lo m{as democrático es que la gente decida. Así ni entraban la decisión ni se desgastan.
Ante las críticas, el comité ejecutivo introdujo una moción de última hora para permitir a los miembros votar sobre la postura oficial del partido en el Brexit. Pero esta no incluía los dos asuntos que demandan los proeuropeos: la libre circulación de personas y la permanencia en el mercado único. Por descontado, nada sobre la posibilidad de un nuevo referéndum al final del proceso, como sugirió en una entrevista el alcalde de Londres, Sadiq Khan.
La postura oficial, votada por el partido y expresada en Brighton por Corbyn, habla de “permanecer en los términos básicos del mercado único y la unión aduanera durante un limitado periodo transitorio". Más allá del periodo transitorio, que también propone May, el líder laborista habló de “un acceso sin impedimentos al mercado único”, un concepto poco concreto, pero que va un poco más allá de lo expresado por la primera ministra en su reciente discurso de Florencia. Se intuye una estrategia de ofrecer siempre una versión del Brexit ligeramente más suave que la de los tories: así no alienan a nadie, pero siguen siendo la opción lógica, aunque solo sea por descarte, de los proeuropeos.
Con información de El País