Dos días después de que Donald Trump finalmente reconociera que Barack Obama nació en EEUU, la campaña del magnate republicano dio impulso el pasado domingo a otra teoría falsa: que los rumores sobre el origen del mandatario fueron iniciados por Hillary Clinton en 2008.
“Número uno, esto empezó con la campaña de Hillary Clinton”, dijo Kellyanne Conway, jefa de campaña de Trump, durante una entrevista en el programa “Face the Nation” de CBS.
“Número dos, fue Donald Trump quien dio un cierre a este tema cuando logró que el presidente Obama presentara su certificado de nacimiento años más tarde”, afirmó.
LEA TAMBIÉN: A TRUMP LE TOCÓ RECONOCER QUE OBAMA SÍ NACIÓ EN EEUU
Mike Pence, compañero de fórmula de Trump, también dijo en una entrevista con ABC News que hay “informes de prensa” que vinculan “al movimiento ‘birther’ con la campaña de Hillary Clinton en 2008”, cuando la demócrata compitió contra Obama.
Señalar a Clinton es el nuevo giro que la campaña de Trump busca darle a una controversia que el republicano protagonizó años atrás. Entre 2011 y 2012, Trump fue una de las caras más visibles del movimiento ‘birther’, que cuestionaba el lugar de origen del actual mandatario.
Si bien esta teoría conspirativa fue ampliamente desacreditada, al republicano –que rara vez admite haber cometido un error- le llevó años reconocer que Obama nació en Estados Unidos.
Lo hizo a su manera, en una declaración de 33 segundos en televisión el viernes, en la que también culpó a la campaña de Clinton de empezar la controversia ‘birther’.
Es otra teoría falsa, como han señalado múltiples informes periodísticos y verificadores de datos reputados como Politifact.
Disculpas a Obama
En los programas de análisis político de este domingo también se oyeron voces contrarias a la postura de Trump.
El gobernador de Ohio y exaspirante presidencial, John Kasich, dijo a “Meet the Press” en NBC que el magnate le debe una disculpa a Obama por cuestionar su nacionalidad.
Kasich, quien fue derrotado por Trump en las primarias republicanas, consideró que el hecho de que esta controversia siga asomando su cabeza en estas elecciones es una muestra de la “creciente división y rabia” que hay entre los estadounidenses.
“Eso es lo que nos debería alarmar. Hubo mucho odio dirigido contra George W. Bush, se decía que él debía ser sometido a un juicio político y todas esas cosas locas”, afirmó.
“Esa misma rabia es ahora dirigida contra Barack Obama. Y volverá a ser dirigida contra quien sea que gane esta elección”.
Con información de Univisión