Japón prepara un plan para sancionar a compañías extranjeras que comercien o faciliten la entrada de capital a Corea del Norte como castigo por sus continuas pruebas de misiles y armas nucleares.
Esta lista negra afectaría principalmente a empresas chinas -y especialmente a las que operan en la frontera con Corea del Norte- que ayuden a que el país evada el último paquete de sanciones de la ONU aprobado este año en respuesta a sus test armamentísticos, según adelantó hoy una fuente del Gobierno nipón a la agencia Kyodo.
Tokio espera que la decisión sea protestada por Pekín, por lo que analizará detenidamente el alcance y la dureza del nuevo paquete de sanciones unilaterales mientras continua impulsando en el seno de la ONU un nuevo castigo para el régimen norcoreano por su última prueba nuclear del pasado 9 de septiembre, aseguró la citada fuente.
El plan afectaría también a compañías que empleen a trabajadores norcoreanos, los cuales suelen ser enviados a terceros países y controlados estrictamente por el régimen de Pyongyang, que percibe después la inmensa mayoría de los salarios -en divisa extranjera- que se les abonan.
Estos "programas de intercambio" -empleados por países como Qatar para la construcción de instalaciones relacionadas con el Mundial de Fútbol que acogerá en 2022- han sido repetidamente denunciados por organizaciones de derechos humanos ante las pésimas condiciones en las que trabajan los operarios norcoreanos sin apenas compensación.
Las sanciones de Tokio implicarían la congelación de todos los activos que estas empresas tengan en Japón y la prohibición para cualquier empresa nipona de hacer negocios con ellas.
El plan es similar al adoptado recientemente por EE.UU., que ha decidido investigar a varias empresas chinas de las regiones fronterizas con Corea del Norte tras sancionar en septiembre a una casa comercial de la provincia de Liaoning (noreste) por supuestamente ayudar a financiar el programa nuclear de Pyongyang.
Con información de: EFE