El comisionado especial de seguridad e inteligencia del equipo de Juan Guaidó, Iván Simonovis, advirtió este lunes que el régimen chavista trabaja en un “agresivo plan de destrucción masiva de la democracias”, de la mando de los colectivos afines a Nicolás Maduro y “grupos terroristas”, por lo que adelantó que los países miembros del TIAR darán “un paso decisivo e histórico”, según difundió Infobae
El Político
Simonovis adelantó que hubo una reunión de la cúpula chavista en el Fuerte Tiuna, principal sede militar del país. En ese encuentro habrían participado, entre otros, Diosdado Cabello (presidente de la Asamblea Constituyente), Delcy y Jorge Rodríguez e Iván Hernández (la vicepresidente de Maduro y el ministro de Información) e Iván Hernández Dala (director de la Dirección General de Contrainteligencia Militar), entre otros.
En ese sentido, Simonovis indicó que en la reunión se acordó iniciar un plan de entrenamiento para los Colectivos en materia de inteligencia e impartir instrucción sobre insurgencia a grupos milicianos, quienes ejecutarán acciones desestabilizadoras fuera de Venezuela. Objetivo: desestabilizar la región latinoamericana”, aseguró Simonovis.
Por ello, Simonovis aseguró que los países miembros del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) darán “un paso decisivo e histórico para acabar con la exportación de la anarquía en nuestra región”, ya que “solo una respuesta proporcional a esta amenaza evitará el caos en Latinoamérica”.
Es de hacer notar que el principal artículo de dicho pacto es el 3.1, que establece que “un ataque armado por cualquier Estado contra un País Americano, será considerado como un ataque contra todos los Países Americanos, y en consecuencia, cada una de las Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas”.
Un dato a considerar es que el régimen chavista ha sido señalado numerosas veces por su presunta injerencia en otras partes de la región, desde la retórica hasta la presencia de ciudadanos en otros países.
Otro elemento es que el gobierno colombiano anunció la expulsión de 60 venezolanos por su participación en saqueos y actos vandálicos en el marco de las protestas contra el gobierno de Iván Duque. A inicios de octubre, el gobierno de Ecuador anunció que detuvo a 17 extranjeros, “la mayoría de ellos venezolanos”, con información sobre los desplazamientos del presidente Lenín Moreno, quien enfrentaba fuertes protestas indígenas por sus ajustes económicos.
En el caso de Bolivia, las autoridades presentaron a nueve venezolanos acusados de participar en “actos de sedición” de grupos supuestamente vinculados a Evo Morales, que intentaban abandonar el país por una población de la frontera noreste colindante con Brasil. A su vez, en Chile, el gobierno de Sebastián Piñera expulsó a 50 extranjeros, entre ellos nueve venezolanos.