Giorgia Meloni cumple 100 días al frente del Ejecutivo de la República de Italia. Los cuales se consideran un éxito. Algo difícil en un país como Italia.
El Político
Si ser la primera mujer en ser Presidente del Consejo de Ministros en Italia, era ya un reto que requería de conocimiento, energía y decisión, el tener que conducir a la tercera economía de la zona del euro, requiere además de toda la habilidad posible para poder manejarse en un mundo tan complejo como es el de la política italiana.
Por ello resulta interesante pasearse por lo que le ha tocado a Giorgia Meloni en estos primeros cien días de gobierno. Habrá de agregarse además que es la primera vez que un partido postfascista consigue llegar al poder.
Por qué es importante
Sus exitosos primeros 100 días demostraron que no era tan de extrema derecha como algunos temían. Y que la política de carrera multilingüe se siente cómoda con los líderes mundiales.
Incluso logró poner en línea a los astutos socios de coalición Matteo Salvini y Silvio Berlusconi a pesar de las diferencias sobre la guerra en Ucrania.
Superó incluso la polémica generada por Berlusconi al reiterar su cercanía con el mandatario ruso Wladímir Putin.
En contexto
Su trabajo en la sombra, como fuerza residual de la oposición, en un momento en el que Italia afrontaba una crisis sanitaria y mantenía su habitual conflictualidad con la política, la premió.
Su perfil de cara al electorado era el de una política que llegaba para cambiar el sistema, repitió en innumerables ocasiones que “la pacchia è finita” (se acabaron las bromas) casi como un mantra.
Lo que no se esperaba era que, como a tantos otros que la habían precedido, el poder también amansase sus formas, casi radioactivas, y sus intenciones, ahora mucho menos disruptivas. También, hasta el momento, mucho menos derechistas.
En detalle: las cuatro medidas
La primera, su asalto contra los pobres: la líder de la ultraderecha italiana prometió eliminar el ingreso mínimo vital, y así lo ha hecho. Por el momento, ha endurecido los requisitos y a partir de 2024 se eliminará.
La segunda medida va dirigida a la subvención de bodas católicas, un guiño a la Iglesia que surgió de su socio Mateo Salvini y que se basa en rebajar hasta en 20.000 euros los enlaces de las personas jóvenes, con bajos ingresos y que se casen por la iglesia católica.
Meloni ha impulsado el fin de la subvención a los combustibles, al igual que en España.
La cuarta línea ideológica de la líder italiana se dirige contra los migrantes. La primera ministra sigue lanzando mensajes xenófobos y se negó a acoger a los 200 africanos que llegaron a bordo de un barco humanitario. Aunque es cierto que aún no ha impulsado ninguna medida en este sentido.
La cifra
No obstante, de acuerdo a la encuesta más reciente el apoyo al partido Hermanos de Italia de Meloni –que ganó las elecciones con el 34% de los votos– se redujo a poco más del 29% .
El dato: Los barcos
Otra promesa de Meloni en su campaña electoral que iba a impedir que todos los barcos de migrantes desembarcaran en las costas italianas.
Para el 21 de abril, habían llegado en barco más de 35.000 personas, un número más de tres veces mayor que el año anterior. Algunos creen que nadie esperaba que tuviera éxito en detener barcos.
El problema de la migración irregular a Europa ha sido un tema muy polémico en el bloque durante muchos años.
Sin embargo, bloquear los barcos en la última etapa del viaje a Europa no aborda el problema en sí mismo, sino que se enfoca en un síntoma.
Panorama general: El irrespeto
Pero no es solamente por sus medidas políticas o económicas por lo que Giorgia Meloni ha sido a veces injustamente criticada.
El periódico Il Fatto Quotidiano sacó una viñeta para criticar a su ministro Francesco Lollobrigida, sobre el riesgo de “reemplazo étnico”, con respecto a la caída de la natalidad en Italia.
La viñeta reza "Objetivo para incentivar la natalidad" y tiene como fondo el dormitorio de Lollobrigida, con un hombre negro y una mujer blanca, acompañado de una frase que dice que hay que estar tranquila ya que el marido está "todo el día peleando étnicamente".
La primera ministra no pudo contenerse:
"La retratada es Arianna -escribe la premier en un post-. Una persona que no ocupa un cargo público, culpable sobre todo de ser mi hermana. Aparece en primera plana con alusiones indignas y falta de respeto hacia una mujer, una madre, una persona cuya vida es usada y destrozada solo para atacar a un Gobierno considerado enemigo… Pero si alguien piensa detenernos así, están muy equivocados".
Y están equivocados. Giorgia Meloni ha mostrado en cien días que no la arredran los más duros obstáculos.
En conclusión
La victoria electoral de Giorgia Meloni fue un momento sorprendente en la política italiana. Su partido, Hermanos de Italia, ascendió rápidamente desde los márgenes de la derecha y ganó una mayoría saludable que dejó de lado la política postelectoral como de costumbre.
Meloni se convirtió en la primer ministro más joven y la primera mujer al mando del Gobierno de Italia, y también fue la primera líder electa desde 2011.
Su victoria no solo se debió a sus raíces fascistas, sino también a su lema "Dios, patria, familia" y a su coalición política.
La pregunta en la mente de todos, es si ella puede cumplir con sus promesas a los votantes.
Fuente: Agencias