Israel impidió que Ucrania comprara el programa espía Pegasus de NSO Group por temor a que los funcionarios rusos se enfadaran por la venta de la sofisticada herramienta de piratería informática a un enemigo regional.
Mario Beroes/El Político
La revelación, tras una investigación conjunta de The Guardian y el Washington Post, ofrece una nueva visión de la relación de Israel con Rusia.
Una relación que ha socavado en ocasiones las capacidades ofensivas de Ucrania, y ha contradicho, además, las prioridades de Estados Unidos.
Doble moral israelí
Es conocida la posición del primer ministro israelí, Neftaly Bennett a no entrometerse en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Por su parte, el dictador Vladímir Putin, "no protesta" cuando las FDI bombardean los campamentos de los terroristas palestinos en Siria y El Líbano.
De ahí, lo incómodo que le resulta apoyar de manera abierta al presidente ucraniano en su guerra contra los rusos.
Hay un problema de seguridad para el Estado hebreo que, según Bennett, es prioridad.
Israel ha colaborado enviando material médico, hospitales a la frontera con Rumanía y recibiendo algunos refugiados ucranianos, pero solo los judíos, se nota el desbalance en el apoyo favorece a Putin.
Israel tiene motivos políticos para mantenerse cerca de Rusia.
Las mismas se pasean desde sus esperanzas que Moscú se abstenga de firmar una reactivación del acuerdo nuclear con Irán, que está a punto de concluirse en Viena, hasta su dependencia de Rusia para montar ataques contra posiciones iraníes dentro de Siria.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, se ha mostrado crítico con la postura de Israel desde que Rusia lanzó su completa y sangrienta invasión de Ucrania el 24 de febrero.
En su discurso ante los miembros de la Knesset israelí, aseveró Zelenskiy que Israel tendría que "dar respuestas" sobre por qué no había dado armas a Ucrania o aplicado sanciones a los rusos.
No a Pegasus
Personas con conocimiento directo del asunto dicen que, desde al menos 2019, los funcionarios ucranianos presionaron a Israel para tratar de convencerlo de licenciar la herramienta de espionaje para su uso por parte de Ucrania.
Pero esos esfuerzos fueron rechazados y a NSO Group, que está regulado por el ministerio de defensa israelí, nunca se le permitió comercializar o vender el software espía de la compañía a Ucrania.
Cuando se despliega con éxito contra un objetivo, Pegasus puede utilizarse para hackear cualquier teléfono móvil e interceptar conversaciones telefónicas, leer mensajes de texto o ver las fotografías de un usuario.
También puede utilizarse como dispositivo de escucha a distancia, ya que un usuario gubernamental del programa espía puede utilizarlo para encender y apagar a distancia una grabadora de teléfonos móviles.
El proyecto Pegasus pone de manifiesto los vínculos de la empresa de software espía NSO con el Estado israelí
Informes del proyecto Pegasus, un consorcio de medios de comunicación que investigó a NSO, se han centrado en cómo el software espía ha sido utilizado por los clientes gubernamentales de NSO para atacar a periodistas y defensores de los derechos humanos en todo el mundo.
Los informes del consorcio también han mostrado cómo, desde Hungría hasta Arabia Saudí, las ventas de Pegasus estaban a menudo alineadas con la política exterior israelí.
Espionaje a cualquiera
El programa espía también se ha utilizado contra altos funcionarios gubernamentales y diplomáticos, desde España hasta Francia y Uganda, en casos que se consideraron intentos de algunos países de utilizar la herramienta para realizar espionaje nacional o internacional.
NSO ha dicho que su programa espía está destinado a ser utilizado por clientes gubernamentales para atacar a delincuentes y terroristas graves.
También ha dicho que investiga las acusaciones graves de abuso.
Personas con conocimiento del asunto dijeron que en la mayoría de los casos rutinarios, el Ministerio de Defensa de Israel primero concede a NSO permiso para comercializar Pegasus a un cliente gubernamental y luego, tras una revisión, permite o bloquea la venta de la tecnología.
Un alto funcionario de la inteligencia ucraniana dijo que la decisión de Israel había dejado a los funcionarios ucranianos sintiéndose "confundidos".
El funcionario dijo que no tenía una visión total de por qué se le negó a Ucrania el acceso a la poderosa herramienta de espionaje, pero añadió que creía que el gobierno de Estados Unidos apoyaba los esfuerzos de Ucrania.
Fuentes cercanas al asunto dijeron que la decisión de Israel reflejaba la renuencia a agitar a Rusia, que tiene una estrecha relación de inteligencia con Israel.
Las fuentes afirmaron que Israel temía que conceder a Ucrania la capacidad de localizar números de teléfono móvil con sede en Rusia a través de Pegasus se considerara un acto de agresión contra los servicios de inteligencia rusos.
NSO: Declaración en 26 palabras
Por su parte, NSO emitió una declaración de una sola línea: "NSO sigue siendo objeto de informes inexactos en los medios de comunicación en relación con supuestos clientes, que se basan en rumores, insinuaciones políticas y falsedades".
El Ministerio de Defensa israelí también respondió el martes a una lista de preguntas emitiendo un comunicado que no abordaba directamente la mayoría de ellas.
"Las decisiones políticas relativas al control de las exportaciones tienen en cuenta consideraciones estratégicas y de seguridad, que incluyen la adhesión a acuerdos internacionales," decía dicho comunicado.