Hamás confirmó este miércoles 31 de julio la muerte de su líder Ismail Haniyeh en un ataque israelí en Teherán, donde había viajado para asistir a la juramentación del nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian. Según un comunicado del grupo militante, Haniyeh fue asesinado en su residencia en la capital iraní.
El ataque, que también resultó en la muerte de uno de sus guardaespaldas, está bajo investigación por parte del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, aunque Israel no ha hecho comentarios al respecto.
La muerte de Haniyeh se produce casi diez meses después de que Hamás, respaldado por Irán, llevara a cabo un ataque en el sur de Israel que dejó 1,200 muertos y aproximadamente 250 rehenes.
En respuesta, Israel lanzó una campaña militar en Gaza que ha causado más de 39,400 muertes palestinas, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Haniyeh, quien se convirtió en jefe de la oficina política de Hamás en 2017, había estado viviendo en el exilio en Qatar desde 2019. Qatar, junto con Egipto y Estados Unidos, ha intentado negociar un alto el fuego entre Israel y Hamás y calificó el ataque como una "escalada peligrosa".
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar advirtió que este acto "socavará las posibilidades de paz" en la región.
En respuesta al ataque, el presidente iraní y varios líderes regionales, incluido el presidente palestino Mahmoud Abbas, condenaron el asesinato de Haniyeh, describiéndolo como un "acto cobarde" y una "grave escalada".
Turquía y Rusia también expresaron su condena, calificando el incidente de "asesinato político inaceptable" y un intento de extender el conflicto a una dimensión regional.