El caso del exinspector del Cicpc, Óscar Pérez estuvo repleto desde el comienzo hasta el final de irregularidades y arbitrariedades, que hoy en día dejan interrogantes que hasta el momento no han sido aclaradas.
Luego de los hechos que se registraron en El Junquito el pasado 15 de enero, donde falleció Pérez, cinco de sus hombres y una mujer identificada como Lisbeth Ramírez, las autoridades no habían realizado una declaración oficial sobre estas muertes hasta el día siguiente cuando el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, confirmó el suceso.
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El caso estuvo cargado de hermetismos desde un principio y la morgue de Bello Monte estuvo sitiada por efectivos de la Guardia Nacional y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) por alrededor de cuatro días,hasta que les informaron a los familiares de las víctimas que los cadáveres iban a ser entregados, un hecho que se dio al estilo arbitrario del Gobierno Nacional.
Los familiares de estos fallecidos ya contaban con funerarias y lugares para el sepelio, pero el Gobierno Nacional sin permiso de los dolientes trasladó directamente los cuerpos de Óscar Pérez, José Alejandro Díaz Pimentel y Abraham Agostini, al Cementerio del Este, mientras que Daniel Enrique Soto Torres, Jairo Lugo Ramos, Abraham Lugo Ramos, fueron llevado al Zulia y Lisbeth Ramírez al estado Táchira.
Los gastos de los entierros fueron cancelados por el Estado. En el caso de Pimentel y Agostini cuando fueron trasladados los cuerpos hasta el Cementerio del Este el sitio de inhumación estaba cavado para ser enterrado de una vez, así lo dio a conocer el abogado Yoel García.
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En cuanto, al entierro de Óscar Pérez explicó que fue trasladado su cuerpo entre las 5:00 y las 6:00 de la mañana del domingo 21 de enero y luego cerraron el acceso al público hasta las 8:00 de la mañana. “Todo ese proceso fue un secretismo y las declaraciones de la tía de Óscar Pérez lejos de aclarar, generó dudas. Los familiares deberían pedir la exhumación de estos cuerpos para saber a ciencia cierta qué pasó”, dijo García.
Las interrogantes
El proceso de entierro de un cadáver en el Cementerio del Este consta de ciertos aspectos que generaron interrogantes en el caso Óscar Pérez. Una fuente del cementerio, quien no quiso identificarse, manifestó a El Cooperante los procesos del entierro de un cadáver en ese camposanto.
Detalló que el cuerpo (al cual le dicen 45) en su ataúd es bajado de la carroza fúnebre, luego lo trasladan al sitio de entierro, que son en forma de bóvedas de concreto, que presenta dos capas una inferior, que le dicen mezzanina y una superior. En las bóvedas pueden ser ingresados dos cadáveres y luego es cubierta por completo al día siguiente, no en el mismo día, esto también dependerá de ciertas excepciones si el familiar del fallecido exige que todo el proceso sea realizado el mismo día.
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En el caso de Óscar Pérez la fuente reveló que el proceso de entierro duró menos de cinco minutos. “Se colocó el ataúd en la bóveda, se instaló la capa superior, se cubrió por completo y luego colocaron la grama enseguida, porque así fue solicitado por el Gobierno”, dijo el informante.
Cuando se registraron los muertos durante las protestas de 2017. El Cooperante logró visitar las tumbas de Miguel Castillo, Juan Pernalete y Armando Cañizalez, dos días después de su entierro y aún no les habían colocado el engramado a sus tumbas y en el caso de Miguel Castillo la tierra estaba levantada aún, un hecho que no ocurrió con Óscar Pérez y lo que genera ciertas dudas por la forma como estaba su tumba el mismo día de su entierro.
Vía: El Cooperante
