Los inmigrantes desempeña en este momento un papel fundamental en la economía española. Especialmente en el aparato productivo que se sirve de esta mano de obra para mantener los ingresos que alimentan el pote de la Seguridad Social. Mientras, la población autóctona deja de cotizar y comienza a percibir sus pensiones.
Cándido Pérez / El Político
El aumento de la población extranjera ocupada está impulsando el empleo y la estadística de población activa, contrarrestando el fenómeno del constante descenso de la población española en edad de trabajar.
Además, la inmigración tiene un impacto positivo en la sostenibilidad financiera del país, contribuyendo a reducir el gasto en pensiones y aliviando las restricciones de oferta en sectores clave.
En este sentido, la mano de obra foránea se ha convertido en una pieza clave para los gastos e ingresos públicos, así como para el crecimiento económico en general.
Mejora en el PIB
Los inmigrantes también tiene un impacto positivo en otros aspectos económicos. Según datos ofrecidos por el “BBVA Research”, la incorporación de extranjeros a la actividad productiva formal, está repercutiendo en el potencial de crecimiento de la demanda interna. Ya que aumenta el número de familias consumidoras y sus ingresos.
Asimismo, la normalización de las cadenas de producción en la economía mundial, junto con el incremento de la inmigración, está aliviando algunas de las restricciones de oferta que limitaban el avance del Producto Interno Bruto (PIB) en ciertos sectores.
Casi tres millones
Desde 2008, el número de extranjeros trabajando en España ha alcanzado su cifra más alta, con un total de 2.715.400 personas, de acuerdo con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Este incremento, ha impulsado el empleo de manera significativa, superando la contribución de los españoles.
En el primer trimestre de 2023, se contabilizaron 368.199 nuevos trabajadores, 66,15% extranjeros de un total de 243.500.
Esta tendencia está permitiendo elevar el empleo y la población activa a pesar del envejecimiento constante de la población española. La que, en 2022, registró un nuevo máximo del 133,5%, lo que significa que se contabilizan 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.
Situación España
En el informe "Situación España" del segundo trimestre de 2023 emitido esta semana por BBVA Research, se destaca la importancia de la inmigración en la creación de empleo.
Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de esta organización, señaló en la presentación del informe, que la población activa alcanzó su cifra más elevada de la serie histórica en el primer trimestre de 2023, con un total de 23.580.500 personas.
Destaca el estudio que la contribución al crecimiento de la población en edad de trabajar por nacidos en España es mínima.
Sin embargo, esta situación se está viendo compensada por los extranjeros que se incorporan al mercado laboral. Aportando hasta un punto porcentual al crecimiento de la población activa en los primeros meses de 2023.
La importancia económica de la inmigración se refleja en la evolución del mercado laboral.
La población activa española en el primer trimestre de 2023 fue la mayor desde 2019, aunque por debajo de las cifras de los 11 años anteriores debido al envejecimiento de la población y la falta de reposición en el mercado laboral por parte de los españoles.
En contraste, la población activa extranjera ha experimentado un crecimiento del 7,9% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Desafío a las finanzas
El envejecimiento de la población española es un desafío para la sostenibilidad financiera del país a largo plazo.
Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), se prevé que el peso de la población con nacionalidad extranjera sobre la población total aumente significativamente en las próximas décadas, pasando del 11,4% a principios de 2022 al 16% en 2050 y al 20,1% en 2070.
La llegada de inmigrantes tiene un impacto directo en la sostenibilidad de las finanzas públicas, especialmente en el gasto en pensiones.
Dentro de la población extranjera activa, se destaca el crecimiento significativo de la cantidad de mujeres. Cuya presencia aumentó un 11,39% en un año, acercándose al porcentaje de los hombres.
En términos de edades, las mayores variaciones se observan en la franja etaria de 25 a 34 años, tanto en hombres (18,96%) como en mujeres (13,88%), aunque la franja de población extranjera activa más numerosa está en el rango de los 35 a los 44 años.
Venezolanos en el tercer puesto
La población residente en España aumentó en 136.916 personas en el primer trimestre de 2023 y se situó en 48.196.693 habitantes a 1 de abril de 2023.
Es el valor máximo de la serie histórica de acuerdo con el informe del INE que publicó estas cifras como su primera Estadística Continua de Población (ECP).
En términos anuales, el crecimiento poblacional estimado es de 590.184 personas, el más elevado desde 2008.
El crecimiento poblacional de España se debió al incremento de personas de nacionalidad extranjera, que compensó la reducción de las de nacionalidad española.
El aumento del número de extranjeros fue de 149.530 personas durante el primer trimestre, hasta un total de 6.227.092 a 1 de abril de 2023.
Por el contrario, la población de nacionalidad española disminuyó en 12.614 personas. La población nacida en el extranjero fue de 8.307.497 personas, mayor que la de nacionalidad extranjera, debido a los procesos de nacionalización española.
Las principales nacionalidades de los inmigrantes durante el primer trimestre de 2023 fueron la colombiana (con 44.300 llegadas a España), la marroquí (23.200) y la venezolana (21.500).
Por su parte, las nacionalidades de emigrantes más numerosas fueron la española (con 11.500 salidas), la marroquí (8.400) y la rumana (7.700).
Llenar la España vaciada
El crecimiento permanente de la población de inmigrantes dentro de la población formalmente activa, que ha tenido que superar años de procesos burocráticos y enrevesados para obtener una residencia legal que le de acceso al sistema de Seguridad Social y al empleo, hace reflexionar en torno a fenómenos como la llamada “España vaciada”.
En los que una política de inmigración selectiva y controlada, orientada a repoblar y rescatar estas zonas de altísimo valor productivo y cultural, bastaría para impulsar polos de desarrollo más allá de las cifras que se manejan hoy en día.
Flujos migratorios más reducidos a los actuales, implicarían un aumento del gasto en pensiones. El informe sobre la sostenibilidad de las administraciones públicas de la AIReF) estima que unos flujos netos migratorios de 206.000 personas entre 2022 y 2050 generarían un aumento del gasto en pensiones de tres décimas del PIB en comparación con el escenario base.
Por lo tanto, la llegada de inmigrantes permite un menor desplome de la población en edad de trabajar y ayuda a mantener la sostenibilidad financiera.
Fuente: AIReF