El gobierno de Estados Unidos dijo que su nueva disposición que niega la residencia legal permanente a los extranjeros que usen asistencia social, no aplicará a los inmigrantes que busquen atención médica por COVID-19.
El Político
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) dijo el viernes que buscar tratamiento o servicios preventivos no afectará la condición migratoria de nadie, pese a lo estipulado en la nueva normativa sobre carga pública, que entró en vigor el mes pasado y castiga a los inmigrantes que necesiten asistencia pública, reporta un cable AP.
La agencia reconoció que algunos inmigrantes podrían dudar en buscar atención médica, y dijo que “no considerará las pruebas, el tratamiento ni el cuidado preventivo” relacionado con el coronavirus al momento de determinar la elegibilidad de una persona para recibir la “green card”.
Agregó que aquellos que no puedan trabajar o asistir a la escuela y deban sostenerse con asistencia pública durante la duración de la epidemia y recuperación, pueden presentar después una explicación y documentos, y que éstos se tomarán en consideración.
El USCIS hizo el anuncio después que legisladores y grupos activistas solicitaran al gobierno suspender la disposición durante el brote de coronavirus.
Inmigrantes temerosos
Los activistas afirman que han recibido llamadas de inmigrantes que están preocupados de las consecuencias que pueda acarrear a su condición migratoria el buscar atención médica.
Angelica Salas, directora ejecutiva de Coalition for Humane Immigrant Rights (Coalición para los Derechos Humanitarios de los Inmigrantes) en Los Ángeles, dijo que su grupo y otros colectivos efectuaron una conferencia de prensa en la que exhortaron a los inmigrantes a que busquen atención si la necesitan, y les recordaron que su salud y la de sus familias es lo más importante.
“La gente tiene dudas sobre su vulnerabilidad respecto de la enfermedad, pero también sobre su vulnerabilidad migratoria, en términos de que los descubran”, agregó.
Salas dijo que no confía totalmente en el gobierno de Trump, pero que espera que las autoridades estatales y locales apoyen a los inmigrantes que busquen la atención médica que necesiten, al margen de su condición migratoria.
Mientras el coronavirus se propaga por Estados Unidos, los activistas y legisladores han advertido que podría ser contraproducente para la salud pública el excesivo temor de algunos inmigrantes a buscar atención médica.
Iván Espinoza-Madrigal, director ejecutivo de Lawyers for Civil Rights (Abogados Por los Derechos Civiles) en Boston, sostiene que “Hay una enorme reticencia, incluso entre padres inmigrantes que crían a hijos ciudadanos estadounidenses. Hay mucho temor en torno a la normativa sobre carga pública, en especial porque los tribunales de inmigración han permanecido abiertos, lo cual crea la fuerte impresión de que los trámites de deportación se anteponen a la salud pública”.
Fuente: AP