Ingenieros de la firma de diseño y de la compañía constructora sostuvieron una reunión el jueves con funcionarios de la universidad FIU y de la agencia estatal de transporte sobre un crujido oído en el puente peatonal que horas después colapsó sobre la conocida Calle Ocho de Miami.
Según una nota de prensa difundida por la Universidad Internacional de Florida (FIU), la reunión se realizó la mañana del jueves, día en que el puente peatonal cayó y mató a por lo menos seis personas, se extendió por dos horas y en ella participaron representantes del Departamento de Transporte de Florida (FDOT, en inglés).
El comunicado del centro de estudios se da luego de que FDOT revelara la noche de viernes que un ingeniero de la firma FIGG y uno de los responsables del proyecto dejó el martes pasado un mensaje voz en el teléfono fijo de un empleado de la agencia estatal, el cual estaba en una comisión y no lo oyó hasta un día después del incidente.
En el mensaje, el ingeniero W. Denney Pate informó al empleado de FDOT sobre un crujido en el extremo norte de la extensión de concreto de 53 metros, aunque manifestó que “desde una perspectiva de seguridad” no veían que hubiera “ningún problema allí” y que, por tanto, no estaban preocupados.
En su comunicado, FIU señaló que en la reunión del jueves el ingeniero de FIGG “hizo una presentación técnica sobre la grieta y concluyó que no había problemas de seguridad y que la grieta no comprometía la integridad estructural del puente”.
Representantes de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de EE.UU. señalaron que aunque el crujido puede ofrecer una pista no necesariamente es una señal de inseguridad y que las investigaciones aun se hallan en una fase temprana para determinar las causas del accidente.
El investigador principal del equipo de NTSB destacado en Miami, Robert Accetta, señaló la noche del viernes que en el momento del accidente que los trabajadores estaban ajustando los cables de tensión que sujetaban la estructura.
La Policía de Miami-Dade confirmó el viernes que la cifra de muertos a consecuencia del hundimiento del puente peatonal de 950 toneladas de peso ascendía hasta el momento a seis, mientras que el de heridos es de diez.
El derrumbe del puente atrapó a cerca de una decena de automóviles bajo los escombros de hormigón del puente situado en el suburbio de Sweetwater, donde se encuentran varios edificios que albergan a unos 4.000 estudiantes de la FIU.
El proyecto del puente, iniciado en 2017, se ideó para facilitar el acceso a la Universidad Internacional de Florida (FIU) por encima de la transitada calle, que en ese tramo tiene hasta ocho carriles, y evitar así muertes como la de una joven que falleció atropellada en agosto pasado.
Los medios de Miami empiezan a dar cuenta de la identidad de algunas de las víctimas mortales, como la estudiante de la citada universidad Alexa Duran, de 18 años, y el trabajador Navaro Brown, de 37 años.
EFE