No se puede tener a todos contentos en una campaña electoral. Así lo ha comprobado Joe Biden, aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos. La promesa de Biden de dejar el crudo generó rechazo inmediato de la industria petrolera. En contraste, el sector de las energías renovables se siente complacido por el anuncio de no usar hidrocarburos. El problema para Biden, siendo pragmáticos, es el impacto que su anuncio tendrá en los votantes de los estados petroleros.
El Político
"Me alejaré gradualmente de la industria petrolera, sí", dijo el aspirante demócrata durante el segundo debate con el presidente y aspirante a la reelección, Donald Trump. Como si fuera poco, más tarde insistió en el tema y dijo: "Voy a parar porque la industria petrolera contamina considerablemente". Agregó que debe ser "sustituida con el tiempo por energías renovables", reseña Infobae.
En un titular, ABC describe las afirmaciones del aspirante demócrata a la presidencia como "Patinazo de Biden al atacar a la industria petrolera". Millones de empleos dependen de dicha industria. Además, es un sector de la economía que tiene gran peso en estados cuyos votos son decisivos.
Recurriendo a términos taurinos, ABC describe así lo ocurrido en el debate: "Trump le mostró la muleta durante el bloque dedicado a cambio climático y Biden acudió con prestancia. ¿Cerrarías la industria del petróleo?, inquirió Trump. «Sí. La reconvertiría», respondió Biden. «Es una declaración fuerte», reaccionó el presidente, encantado de haber encontrado una grieta en su rival".
Luego Biden trató de aclarar que es un plan a largo plazo para usar energías renovables en sustitución de la industria petrolera. Pero Trump arremetió de nuevo y dijo: "Básicamente, lo que dice es que quiere destruir la industria del petróleo.¿Te acordarás de esto, Texas? ¿Te acordarás de esto, Pensilvania, Oklahoma?", preguntó.
Texas históricamente ha sido un estado que vota por los republicanos, pero había mostrado un ascenso del aspirante demócrata en las encuestas. Está por verse cuál es el impacto electoral del anuncio de Biden en el debate. También entra en el juego político un significativo grupo de votantes de clase media, quienes consideran a la industria petrolera esencial para la bonanza económica de Estados Unidos.
Consciente de lo importante del tema, Donald Trump siembra dudas acerca del apoyo de Joe Biden al fracking y la industria del gas natural. Este es un tema sensible en Pensilvania y en Ohio, estados que pueden ser determinantes para la elección presidencial.