El Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) informó que durante el año 2019 el gobierno de Estados Unidos deportó a 1.179 cubanos, convirtiéndose esta cifra en un récord histórico.
El Político
El 12 de enero de 2017 Barack Obama firmó un acuerdo migratorio con la dictadura cubana permitiendo las deportaciones de los ciudadanos de la isla que se encuentran en Estados Unidos, informó americateve.com.
Dos años después, Donald Trump deportó a 1.179 cubanos que según el informe de ICE se estableció un récord histórico desde la firma de un acuerdo migratorio bilateral que data de 1984.
Ese número de ciudadanos de la isla deportados es dos veces mayor a los cubanos devueltos a la Isla en el 2018, en ese año sacaron de Estados Unidos a 463 ciudadanos; mientras que en el 2017 fueron deportados 160 personas.
El director de ICE, Matthew T. Albence, declaró que el régimen castrista está colaborando con el Departamento de Inmigración estadounidense.
Al respecto Albence aseguró, "Cuba coopera con nosotros en la emisión de documentos de viaje, algo que no hacía anteriormente".
A pesar de la declaración de Albence, un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS)- realizado en marzo- indicó que Cuba es una de los más de 30 naciones que obstaculiza la adjudicación de documentos de viaje para deportar a sus ciudadanos.
No obstante, tal vez algo cambió durante el paso de 2019.
Desde el 12 de enero de 2017 cuando Barack Obama -en nombre de los Estados Unidos- y Cuba firmaron un acuerdo migratorio las deportaciones se han incrementado, principalmente después que el expresidente estadounidense decidió eliminar por decreto la política pies secos pies mojados.
Gracias a esa legislación, miles de cubanos pudieron entrar a Estados Unidos y solicitar la residencia permanente al año y un día de haber llegado a Norteamérica.
Después que Obama retiró la ley pies secos pies mojados, y Trump intensificó las políticas migratorias, los cubanos ahora también integran las caravanas de personas que tienen que gestionar en un tercer país su asilo político en la tierra del sueño americano.