Es una historia conocida en México. Una carretera más o menos transitada, un grupo de hombres armados, la mala suerte de que te toque. La española Pilar Garrido desapareció el 2 de julio en una carretera de Tamaulipas, en el norte del país. Volvía de la playa con su hijo y su marido. Un vehículo con hombres armados les interceptó. Les hicieron parar y se la llevaron. Sólo a ella. No se sabe si se trata de un secuestro, de momento el grupo armado que se la llevó no ha pedido rescate alguno. Lo único que ha dicho la familia es que se la llevaron y que las policías mexicana y española la buscan desde entonces.
Tamaulipas es uno de los Estados más peligrosos de México. En 2016, la fiscalía del Estado recibió 155 denuncias por secuestro, con 237 víctimas. En los primeros cinco meses de este año, fueron 77 con 105 víctimas. En ningún otra región del país se han denunciado tantos casos este año como allí.
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Garrido llegó a México hace tres años. Original de Massalavés, un pueblo de Valencia, vivía en Ciudad Victoria, la capital de Tamaulipas. El mismo 2 de julio subió una foto a Facebook en la que aparece con su bebé. Están en una playa, junto a dos tortugas enormes. Según ha explicado su hermana a la televisión española (RTVE) Pilar, su esposo y su hijo habían ido a pasar el fin de semana a La Pesca, un balneario turístico en la costa del Golfo de México, a unas dos horas de Ciudad Victoria. El domingo 2 de julio, cuando volvían, un vehículo les cerró el paso. "Mi cuñado", ha explicado Raquel, la hermana, a RTVE, "baja del coche y uno de los tipos le encañona. Entonces baja mi hermana, la empujan hacia el coche de los secuestradores y por su propio pie, entra y se la llevan".
Además de los secuestros, Tamaulipas es el escenario principal de la guerra que enfrenta al cartel del Golfo y a Los Zetas desde hace más de siete años. O a diferentes facciones del mismo cartel. O a facciones del cartel con alguno de los cuerpos policiales y militares que tratan de controlar el estado. Pelean por el control de los mercados locales de droga y el tráfico internacional de narcóticos, armas y personas. En 2015 se registraron 763 asesinatos, en 2016 fueron 855 y en los primeros cinco meses de 2017 ya sumaban 318.
El Estado norteño es, en todo caso, uno de tantos frentes de la batalla que libra el Estado mexicano contra la delincuencia organizada. El pasado mes de mayo fue el más violento de los últimos 20 años en el país, con 2.138 asesinatos. También aumentaron el robo violento y la extorsión.
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Aunque el contexto, las circunstancias y el desenlace son -y acaben siendo- distintos, el caso de Garrido recuerda al de Maria Villar, sobrina del presidente de la Real Federación Española de Fútbol. En septiembre pasado, Villar tomó un taxi pirata en la Ciudad de México y desapareció. La habían secuestrado. Después de negociar con sus captores durante días, la comunicación se cortó. El cuerpo de Maria Villar apareció más tarde en un pueblo a kilómetros de donde se la habían llevado.
Tomado de El País.