En un año presidencial que esperaba producir un registro récord de participación entre los votantes hispanos, hay pocos indicios de que Hillary Clinton esté haciendo un buen trabajo entre este grupo en comparación con los candidatos presidenciales demócratas pasados —incluso con los ataques a los inmigrantes hechos por su rival republicano Donald Trump.
En Nevada y Florida, los dos estados decisivos con las más altas poblaciones latinas, la candidata demócrata se mantiene encerrada en una carrera muy reñida con Trump. Clinton tiene casi el mismo resultado en las encuestas que los demócratas en las contiendas anteriores entre los latinos a nivel nacional, al parecer sin ganar terreno a partir de la impopularidad histórica de Trump.
Las encuestas cerradas en Nevada y Florida han llevado a los aliados de Clinton a empezar a gastar dinero dirigido a los votantes hispanos en esos estados. La campaña en sí también transmitirá anuncios en español en los estados más disputados.
Sin embargo, algunos estrategas demócratas temen que Clinton ya haya perdido una oportunidad única y advierten que contar con que los votantes hispanos simplemente porque odian a Trump no es una estrategia fiable. A diferencia del presidente Barack Obama hace cuatro años, Clinton se ha quedado prácticamente sin anuncios de televisión en español en la elección general, con la excepción de un spot que salió al aire durante un evento de futbol.
“Estoy preocupado de muerte, literalmente, ya que debido a que Donald Trump es tan visceral, pueden pensar que los latinos van a decantarse por ella sólo por esto”, dijo Chuck Rocha, presidente de Solidarity Strategies, una empresa de consultoría política de latinos que trabajó con el senador Bernie Sanders en la primaria demócrata. “El odio por sí solo no va a motivar a alguien a votar (…) Ellos necesitan algo por lo cual votar”, expresó.
El candidato republicano ha apostado gran parte de su campaña a tomar medidas enérgicas contra la inmigración ilegal y retratar a inmigrantes mexicanos, en particular, como “violadores” y criminales que toman empleos en Estados Unidos. Trump se ha comprometido a construir un enorme muro a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos y a deportar a millones de inmigrantes indocumentados, al mismo tiempo que sugiere que la ciudadanía por nacimiento debe ser abolida.
Como resultado, sólo 18% de los votantes hispanos registrados tiene una opinión favorable de Trump, en una nueva encuesta de The Washington Post-ABC News. Pero también hay evidencia de que la posición de Clinton entre los votantes hispanos puede estar debilitándose. De acuerdo con la misma encuesta, la favorabilidad de Clinton entre los hispanos cayó en agosto de 71 a 55%, una caída fuera del margen de 10 puntos porcentuales de la muestra de error.
Una nueva encuesta de Latino Decisions publicada el viernes pasado mostró que 70% de los votantes latinos registrados dijo que definitivamente votará por Clinton o se inclinan hacia esto, 6% menos de los que dijeron lo mismo en abril. La encuesta, realizada por el grupo de defensa de la inmigración Voz de América (America’s Voice), también encontró que el apoyo a Trump subió de 11%, en abril, a 19%, en agosto.
“Cuando se tiene menos de 20% en el sondeo con los hispanos, ¿cuán peor podría llegar a ser?”, dijo el estratega republicano con sede en Florida Al Cárdenas, refiriéndose a Trump. “No es tanto que Donald Trump esté trabajando mejor con los votantes latinos, sino que ella lo está haciendo peor. Eso ha reforzado la carrera en Florida y Nevada”.
Funcionarios de la campaña de Clinton defienden su estrategia con los votantes latinos, incluyendo la decisión de no empezar a emitir anuncios en español de las elecciones generales por televisión hasta finales de este mes. La campaña ha tenido anuncios digitales con los votantes latinos como objetivo desde principios de julio, y tuvo una pesada carga de publicidad en español durante las primarias demócratas.
“Si empiezan a hacerlo ahora, creo que están a tiempo”, dijo Federico de Jesús, un estratega demócrata que era el director de medios hispanos de Obama en el 2008. “Obviamente, nos habría gustado que lo hicieran antes. Si esperan demasiado tiempo hasta finales de septiembre, podría ser más preocupante”, agregó.
De acuerdo con Lorella Praeli, directora del voto latino de Clinton, la campaña ha atacado sistemáticamente a los votantes latinos a través de campañas publicitarias digitales en español, apariciones en la radio de habla hispana y a través de anuncios en inglés destinados a audiencias latinas a través de medios que no son de habla hispana.
“Hay nuevas tácticas, nuevas estrategias y nuevas plataformas”, dijo Praeli. “La forma en que absorbemos información también está evolucionando y si no se adaptan a eso, entonces estamos perdiendo la oportunidad de llegar a los electores latinos donde se encuentren”.
Con menos de 70 días hasta el día de las elecciones, los anuncios de televisión dirigidos a los votantes hispanos en español están comenzando a aparecer, aunque lentamente. Un nuevo anuncio de televisión en español del grupo de registro de votantes Mi Familia Vota está dirigido a los votantes hispanos en Arizona.
El súper PAC Pro-Clinton Priorities USA Action informa la compra de un pequeño anuncio en español esta semana en Nevada y Florida focalizado en los latinos.
“Florida y Nevada están funcionando como estados clave, se supone que deben estar cerca”, dijo el portavoz de Priorities, Justin Barasky. “Esto es un problema para Trump. Hemos dicho innumerables veces que esperábamos que la carrera fuera competitiva y cerrada, y en muchos casos, lo es”.
En el 2008, la campaña de Barack Obama comenzó a transmitir anuncios en español a mediados de septiembre, una línea de tiempo que Clinton todavía podría igualar este año. Pero en el 2012, la campaña de reelección del presidente gastó decenas de millones de dólares en anuncios en español desde comienzo de abril, a pesar de que no contaba con una campaña primaria competitiva. Obama ganó entre los votantes latinos en el 2012 con 71% contra 27% para el candidato republicano Mitt Romney —el porcentaje más grande para un demócrata desde que Bill Clinton obtuvo 72% de los votos hispanos en 1996. El número de votantes latinos en el 2012 también alcanzó un máximo de 11.2 millones de electores. Este año, un promedio de encuestas recientes de The Washington Post-ABC muestra que Hillary Clinton le gana a Trump con 70% frente a 25% entre los votantes hispanos —un porcentaje similar al margen de Obama sobre Romney.
“Teniendo en cuenta lo mal que le ha ido a los demócratas en las últimas elecciones por la baja participación de votantes irregulares, como los latinos y la generación Millennial, uno pensaría que la campaña de Clinton habría gastado más (en anuncios) que la de Obama, en lugar de menos”, dijo un estratega demócrata que habló con la condición del anonimato para hablar francamente sobre el estado de la carrera.
Las encuestas muestran que Clinton es más débil entre los votantes hispanos que dominan el inglés y nacieron en EU, mientras que los votantes hispanos nacidos en el extranjero y que hablan predominantemente español son más propensos a apoyarla por encima de Trump. La campaña ha estado publicando anuncios en idioma inglés dirigidos, en parte, al primer grupo.
Una campaña publicitaria en idioma inglés llamada Brave, con Clinton y una niña, Karla Ortiz, cuyos padres son indocumentados, ha demostrado ser muy eficaz en una amplia gama de grupos demográficos, dijo un asesor de campaña. El anuncio debutó en las primarias contra el senador Bernie Sanders y ha continuado durante toda la campaña de las elecciones generales.
Aun así, los demócratas dicen que no hay un equivalente publicitario para conseguir el apoyo de votantes hispanos con anuncios en español y bilingües.
“La gente quiere ver que se están tratando de acercar a ellos”, dijo de Jesús. “Ellos quieren sentir que su voto está en juego y que no los están tomando por sentados, y hablar en su idioma es importante”.
Con información de El Economista