El pasado domingo se llevaron a cabo las elecciones en Venezuela donde se eligieron a 23 gobernadores y 335 alcaldes, así como legisladores regionales y municipales, entre más de 70.000 candidatos.
El Político
La jornada estuvo marcada por las denuncias de irregularidades y varios hechos de violencia que hasta el momento dejaron al menos un muerto.
Además se realizaron quejas por la hora de cierre de los centros electorales ya con muy poca gente aguardando para sufragar y con colegios electorales prácticamente vacíos, reportó Semana.
Capriles denunció fraude en las elecciones
Henrique Capriles, por su parte, envió un mensaje a la delegación de observación de la Unión Europea (UE): “La ley obliga a cerrar a las 6:00 pm los centros electorales donde no hayan electores. Maduro y su partido a esta hora se niegan a permitir cumplir la ley”.
“NO es verdad que los porcentajes de participación favorecen al régimen. Es claro que la operación remate y la movilización de hoy del Psuv fue un fiasco en muchos sitios. Por eso a las 7:23 pm pretenden mantener centros abiertos y buscar electores que NO existen”, agregó el ex candidato presidencial.
#21Nov Atención Misión de Observación Electoral https://t.co/SF6RRHvy11
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) November 21, 2021
En esa línea, en redes sociales decenas de usuarios denunciaron que el régimen ya entrada la noche mantenía los colegios electorales abiertos, aún sin personas haciendo fila para votar.
Elecciones como punto de inflexión
Estas votaciones, más que elegir gobernadores y alcaldes, pueden servir como nuevo punto de partida tanto para Maduro, que busca el levantamiento de sanciones internacionales, como para la oposición, que retornó a la vía electoral con la mirada puesta en una elección presidencial “transparente” en 2024, aunque el próximo año tiene la opción de un referendo para revocar el mandato del gobernante chavista.
Los principales partidos de oposición rechazaron participar en las presidenciales de 2018, en las que fue reelecto Maduro; y las legislativas de 2020, en las que el oficialismo recuperó el control del Parlamento; denunciando ambos comicios como “fraudulentos”.
La UE -que acompañó las votaciones con 130 observadores – no trabajaba en una elección en Venezuela desde hacía 15 años; pues las autoridades venezolanas optaron por “misiones de acompañamiento” de países y organizaciones cercanas al chavismo.