Tras una ola de terrorismo a gran escala contra Israel, los niños han sido las principales víctimas de los ataques de Hamás. Esta organización ha disparado miles de misiles contra comunidades israelíes en los últimos días.
El Político
Los niños no deberían ser blanco de guerra, pero, lamentablemente, ésta ha sido la realidad la última semana a partir de los ataques de Hamás.
Uno de los afectados es el niño de cinco años Ido Avigal. Su madre tuvo segundos para llevarlo a la habitación blindada cuando sonaron las sirenas de advertencia ante misiles la semana pasada en Sderot, Israel.
A pesar de atrincherarse en un refugio antibombas, el misil cayó ahí mismo, matando a Ido e hiriendo a su madre y hermana de siete años.
Hamas, el grupo terrorista yihadista
Hamas, el grupo terrorista yihadista que durante la semana pasada ha lanzado tres mil 150 misiles a centros civiles alrededor de Israel, es responsable de la pérdida de vidas de judíos israelíes, árabes israelíes y hasta de su propia población palestina.
El alcalde de una ciudad de Lod comentó que árabes israelíes fueron asesinados por los misiles: “Los misiles de Hamas no distinguen entre judíos y árabes”.
Territorio como arma de guerra
Lo cierto es que Hamás usa el terrorismo como arma de guerra, pero en el proceso se lleva por delante a su propio pueblo
A pesar de las medidas adoptadas por Israel para contener y reducir la situación durante varias semanas, Hamas, ha instigado para que el conflicto actual avance a gran escala, reportó Excelsior.
La organización trata de apropiarse de la agenda palestina y debilitar a la Autoridad Palestina.
Doble crimen de guerra
Su lanzamiento indiscriminado de misiles en la última semana constituye un doble crimen de guerra:
Atacar centros de población en Israel y colocar intencionalmente sus instalaciones operativas en el corazón de los centros civiles palestinos, utilizando su población local como escudos humanos.
Más aún, dado que alrededor de 30% de los misiles lanzados por Hamas caen dentro de su propio territorio en Gaza, nueve niños palestinos han sido asesinados por sus propios ataques.
En contraste, Israel ha demostrado repetidamente en las últimas semanas que no está interesado en un deterioro de la situación de seguridad.
Pero cuando se enfrenta a ataques desenfrenados contra sus ciudadanos, se ha visto obligado a hacer lo que haría cualquier otro país:
Israel ha cumplido con su deber de proteger a su pueblo y su soberanía con responsabilidad y respeto por la ley internacional.
El ejército de Israel está neutralizando únicamente los centros operativos terroristas en Gaza que están directamente relacionados con el lanzamiento de misiles contra las ciudades y civiles en Israel.
Lo hace de manera mesurada y precisa con base en información de inteligencia inequívoca.
Expertos aseguran que Israel advierte antes de atacar sitios terroristas para garantizar que los civiles estén protegidos y tengan tiempo suficiente para evacuar, algo que ningún otro ejército moderno hace.
Tragedia innecesaria
La tragedia de los acontecimientos actuales es completamente innecesaria.
En lugar de invertir en educación, infraestructura civil o vacunar a su población contra Covid-19, Hamás ha enfocado su presupuesto en mejorar sus capacidades militares.
Ha trabajado en la producción de misiles y la construcción de túneles terroristas en Israel para asesinar y secuestrar a civiles israelíes.
El costo operativo de un misil de Hamas para intentar matar a niños israelíes podría haberse utilizado para cubrir el costo de 50 vacunas contra covid-19.
Es hora de que la comunidad internacional, incluido México, denuncie y condene el terrorismo de Hamas para que cese la violencia, de ello dependen las vidas de los niños israelíes y palestinos.